Duración: 33:02 minutos de juego; 8:07 minutos de juego real.
Saques: 4 de Martínez de Irujo (tanto 5, 6, 11 y 18) y 1 de Ezkurdia (tanto 5).
Faltas de saque: 2 de Martínez de Irujo.
Pelotazos: 209 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 12 de Martínez de Irujo y 5 de Ezkurdia.
Errores: 3 de Martínez de Irujo y 6 de Ezkurdia.
Marcador: 1-1, 2-1, 2-2, 3-3, 6-4, 7-5, 9-6, 9-9, 10-9, 14-10, 20-11 y 22-11.
Apuestas: De salida se cantaron posturas de 100 a 60 favorables a Martínez de Irujo.
Incidencias: Partido disputado en el frontón Astelena de Eibar. Media entrada.
eibar - “Este va a ser el mejor entrenamiento que haga de cara a la final del Cuatro y Medio”, confesaba Juan Martínez de Irujo en los prolegómenos d el encuentro de ayer en el Astelena de Eibar frente a Joseba Ezkurdia dentro del acotado. “Lo tomaré como si fuera de campeonato”. Ni trapo, ni protección; puro fuego. Nada más. No hay experimento que valga para el iberoarra, ni tampoco rival que se acerque a su manera de violentar la pelota y defender en la esperada y la desesperada. Porque Ezkurdia no fue ayer rival del puntillero de Ibero: comenzó igualado y acabó trasquilado. Sobre todo, destacó la forma de mover la pelota de Martínez de Irujo, despojado de su versión más alocada. Juan examinó en el diván su partido, su guion, y lo enfocó en un protagonismo de empaque, endurecido y serio, muy serio. Irujo cruzó pelota dio velocidad y la soportó. El iberoarra manifestó, de hecho, mejores sensaciones que frente a Oinatz Bengoetxea, ya que consiguió coronar el partido desde principio hasta el final. En la globalidad de su juego estuvo la virtud. Y no opuso el delantero de Arbizu combate, esbozando como ariete la volea, pero errando en el resto, suerte capital.
La gasolina de Ezkurdia duró hasta la igualada a nueve cartones. Después, el ritmo le causó los mayores daños. Fresco, Martínez de Irujo no especuló. Los saques le dieron alas y el remate le otorgó los tantos, pero en la velocidad de las piernas y el látigo estuvo fundamentada su victoria. En el cimiento de la pared izquierda es donde empezó a hacer aguas Joseba y con él el partido. Se deshilachó tras la decena del iberoarra, labrada cortando hacia la pared izquierda en una declaración de intenciones. Ya acumulaban 140 pelotazos en poco más de veinte minutos y, sin respiro, el joven de la volea letal fue la víctima.
Un saque y tres saque-remates alargaron la agonía y solo una falta en el primer disparo alumbró alegría en Ezkurdia (14-10).