Fuenlabrada64

Barcelona79

FUENLABRADA Díaz (-), Baron (9), Panko (5), Clark (15) y Akindele (5) -quinteto inicial-, Diagné (11), Vega (-), Andrés Miso (15), Smits (-) y Rodríguez (4).

BARCELONA Huertas (7), Navarro (8), Thomas (8), Doellman (6) y Tomic (23) -cinco inicial-, Abrines (5), Satoransky (8), Oleson (-), Hezonja (3), Nachbar (7) y Pleiss (4).

Parciales 12-23, 17-20, 16-19, 19-17.

Árbitros Pérez Pérez, Peruga y Manuel. Eliminaron por faltas a Tibor Pleiss.

Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada, ante 4.649 espectadores.

fuenlabrada - El Barcelona prolongó ayer su buen momento de juego y resultados y cerró una gran semana, tras exhibirse ante Valencia y Bayern de Munich, con otro plácido triunfo en su visita a un Fuenlabrada lastrado por sus pobres porcentajes de tiro, que seguirá una semana más en la parte baja de la tabla. Apoyados en un gran Ante Tomic, con 23 puntos y 28 de valoración, los de Xavi Pascual no tuvieron problemas para sumar su séptimo triunfo de la temporada en un encuentro que no vieron peligrar en ningún momento y que evidencia la posición de cada equipo en la clasificación.

Le costó al Barcelona entrar en el partido y solo llevaba una canasta a los tres primeros minutos y medio de juego hasta que seis puntos seguidos de Ante Tomic dieron las primeras ventajas a su equipo (4-13 min 5). A falta de acierto desde el perímetro, la lucha se centró bajo los tableros hasta que el primer triple del choque, anotado por Satoransky tras ocho minutos, elevó a diez la ventaja catalana (10-20).

El Barça imprimió velocidad y cerró un parcial de 8-21 para llevarse por 12-23 un primer cuarto en el que el rebote fue dominado por un Fuenlabrada lastrado por su pobre 36% en tiros de dos y su nula anotación desde la línea de 6,75. Tras el paso por los vestuarios, dos nuevas canastas de un inspirado Tomic, que le ganó la partida a Akindele, y un triple de Navarro situaron la máxima ventaja visitante en 19 (31-50, m. 22) ante un rival que seguía sin respuestas. El Fuenlabrada no supo cómo frenar el vendaval que se le venía encima y el Barcelona continuó jugando con excesiva comodidad. - Efe