roma - Diecisiete aficionados fueron detenidos por provocar desorden y lanzar petardos contra la Policía italiana después del partido que enfrentó el domingo a Italia y Croacia, en Milán, que se saldó con empate a uno y que tuvo que ser interrumpido.
El árbitro, el holandés Bjorn Kuipers, detuvo el juego dos minutos en la primera parte y cinco en la segunda.
Los incidentes del primer tiempo provocaron la actuación de los bomberos, que retiraron las dos bengalas lanzadas al terreno de juego y permitieron así que se reanudase el partido, pero las lanzadas en la segunda parte fueron muy numerosas y llenaron el campo de humo, lo que obligó al colegiado a interrumpir el partido.
Durante la pausa, la Policía actuó y desalojó a varios hinchas croatas. Tras unos cinco minutos de interrupción, los jugadores italianos volvieron al césped y el colegiado decretó la continuación del partido.
Después los incidentes prosiguieron fuera del estadio. Algunos aficionados croatas continuaron lanzando bengalas y petardos a los seguidores azzurros y también a la Policía italiana, que identificó y detuvo a diecisiete personas. - Efe