vitoria - Si la semana pasada tocó visitar a un hueso duro de roer como el Beti onak, el choque ante otro favorito para ganar el torneo, el Sporting La Rioja, equipo con una gran plantilla y plagado de jugadoras con una gran experiencia en la División Honor A, se presentaba como otra exigente reválida para el Garlan Legumbres. El partido tuvo dos partes muy diferenciadas. El primer tiempo resultó igualado y en él se vieron jugadas de gran calidad por parte de ambos conjuntos. El anfitrión firmó transiciones rápidas que cogieron al Ehari con la defensa sin colocar. Las alavesas apelaron a la paciencia y movieron bien el balón, finalizando en uno contra uno. Se llegó al descanso con un esperanzador 15-10, con la salvedad de que el Sporting no sufrió ninguna exclusión por tres de las vitorianas. Fueron seis minutos con una jugadora menos, algo que motivó un parcial en contra de 5-0.

El segundo tiempo fue otro mundo totalmente diferente. Otra inferioridad numérica en los primeros cinco minutos y el incremento del ritmo local motivaron la rotura de la confrontación. Los goles empezaron a pesar como una losa e Iñaki Santamaría puso en práctica las rotaciones con la cabeza puesta en la áspera batalla del próximo fin de semana contra el Lagunak en Vitoria y con el fin de que acumulasen minutos las jugadoras menos habituales. En ese momento, se notaron ciertas nervios en la cancha y las numerosas pérdidas motivaron que la diferencia se ensanchase.

Después de visitar las dos canchas más complicadas, aterrizará ahora en Sansomendi un rival más asequible como el navarro. Se trata de un rival que tampoco conoce la victoria esta temporada y que vendrá a Vitoria a por todas. Momento propicio para inaugurar el casillero.- DNA