donostia - Cimbreaban los focos mediáticos en mitad de la elección de material de la final del Manomanista entre el flanco diestro de Julen Retegi y el izquierdo de Juan Martínez de Irujo. El encuentro se debate entre la mano de uno y la de otro. La atención, también. La atención de un encuentro del que aún quedan entradas a la venta y no está generando la expectación de otras contiendas de tamaño similar.
Desde que en febrero la izquierda de Juan alumbrara problemas, que cristalizaron a partir de mediados de marzo, toda la preocupación de Martínez de Irujo reside en un punto complicado que le trae por la calle de la amargura. Tres semanas después de su última contienda, la disputada en el frontón Bizkaia de Bilbao en el Manomanista frente a Mikel Urrutikoetxea, al que ganó 22-16, confiesa que “la mano está como está”. Desde que jugara ante Xala-Zubieta -el 21 de abril- en la liguilla de semifinales del Parejas, el iberoarra ha jugado apenas tres encuentros más: la final de la competición de duetos -el 4 de mayo-, la eliminatoria de cuartos del Manomanista frente a Beroiz -el 24 de mayo- y la de semifinales frente a Urrutikoetxea -el 8 de junio-. Un partido cada dos semanas, como mínimo, para salvaguardar su mano. Entre algodones. Confesaba ayer el puntillero navarro que “seguiré la misma tónica de los últimos partidos. Al final, llego como llego, pero otros partidos he sabido sufrir y por qué no este. La verdad es que tengo mis limitaciones pero lo podré suplir con otras cosas, como por ejemplo las ganas” y apostillaba que “llegar a una final cuesta muchísimo y tenemos la txapela a la vuelta de la esquina. Este es el último paso que tenemos que dar. La verdad es que los entrenamientos del día a día y las circunstancias en las que he jugado este campeonato te inyectan más moral para ganar”. Una inyección hacia la gloria que ha saboreado ya cuatro veces Martínez de Irujo. El póquer de txapelas que posee en las vitrinas de su palmarés le colocan como el rival a batir. Aunque, con sorna, concretaba que “si quiere, para mí el cartel de favorito. Me lo pongo. Los dos queremos lo mismo, nos jugamos el premio que es la txapela. Julen no es tonto y sabe cómo estoy. Si es una forma de quitarse presión, pues vale. Siempre digo que ser favorito no es malo, la gente te ve mejor que al rival y que tienes en teoría más opciones de ganar, pero el partido hay que jugarlo”. Sobre su adversario, el manista afirmó que “Julen tiene facultades para jugar al mano a mano. Por una cosa o por otra no había llegado lejos, pero siempre se le veía en la cancha que había nacido para jugar este campeonato. Este año le ha ido todo de cara: ha tenido suerte, ha jugado muy bien, no ha tenido lesiones, ha tenido mucho tiempo para prepararlo... Y al final ha tenido su premio y ha conseguido entrar en la final”.
Por su parte, Retegi Bi, por primera vez en un encuentro de tamaña altura, desgranaba las horas hacia su puesta de largo en una final del Manomanista. Habitan los gusanillos ya en la tripa del eratsundarra a estas alturas. “Ya están los nervios. Después del entrenamiento del martes ya comenzaron, no está siendo una semana muy fácil. Esto es todo nuevo para mí, fíjese qué cantidad de gente hay aquí -por los periodistas-, en otras elecciones de material no había casi nadie y son muchas cosas”, revelaba el delantero, quien confirmó que su derecha “llegará bien”. “No es que esté al cien por cien, porque siempre tienes ese miedo en la cabeza. El otro día no hicimos un entrenamiento muy muy exigente y llegas con ese miedo de cómo vas a aguantar todo el partido, de si se va romper otra vez en el tanto once o en el cinco. Ese es el miedo que tienes. La pelota viene a una velocidad tremenda y le tienes que dar, no tienes un compañero para esconderte”, explicó Julen Retegi, quien apostilló que “creo que el favorito claramente es él, al final lleva tres finales seguidas del mano a mano y cinco seguidas. Tanto Irujo como Aimar están marcando una época” aunque revela Julen que “los dos tenemos la misma presión. Yo quiero ganar la final y lo que se nota es eso, que es una final del Manomanista, que es lo que siempre has soñado desde pequeño. Estás ahí y la tienes al alcance de la mano, pero tienes que hacer 22”.
las pelotas Sobre el material propuesto para el encuentro del domingo, Retegi se decantó por cueros más ligeros, de 104,6 y 105,2 gramos, con una tendencia algo más viva que los seleccionados por Martínez de Irujo, que pesan 105,7 y 106,2. El iberoarra prefirió una pelota más exigente aunque no se quiso pronunciar acerca de los lotes seleccionados. No obstante, el eratsundarra afirmó que “he cogido unas pelotas parecidas como las de todo el campeonato, quizás una es un poco más viva que la otra, pero son similares, blanquicas. Me entran bien en la mano y estoy contento con el material. Las de él son del otro estilo, de cuero marrón, son como las que han sacado todos mis contrarios, tanto el otro día Idoate, como Aimar. Juan ha sacado esas, pero también son buenas”. Explicó Julen que el cuero de las pelotas del rival “cuesta más sujetarlo en la mano, viene más rápido. Esa es la única diferencia entre el material suyo y mío. El mío es un cuero más blanco, más normal, más natural, y las suyas con un poco más marrones, no como las de remonte, pero de ese estilo”.