belo horizonte - Hace cuatro años España se deshizo en Sudáfrica de un Chile que dirigía Marcelo Bielsa. Ahora sus caminos se cruzan de nuevo en un partido trascendental, esta vez con el argentino Jorge Sampaoli en el banquillo, un admirador confeso del rosarino que ha tratado de evolucionar los dogmas del bielsismo.

Sampaoli comentó que durante un tiempo se empapó de todo lo que tenía que ver con Bielsa. Tenía grabadas sus largas charlas en una cinta de casete y las escuchaba cuando salía a correr. Esta fijación de Sampaoli hizo mella en la manera de entender el fútbol. El técnico hizo suyas muchas de las ideas y conceptos de Bielsa, con quien además comparte un carácter obsesivo y pasional.

La principal diferencia entre ambos recae en la relación con los futbolistas. El Loco Bielsa, frío y taciturno, delegaba en el preparador físico Luis Bonini el contacto con sus jugadores. Para Sampaoli el factor humano es trascendental. Visita a los futbolistas chilenos en los países donde juegan, los llama para saber cómo están, y es habitual verlo en los entrenamientos hablar con ellos con una actitud más paternal.

El seleccionador actual ha aprovechado la columna vertebral de la plantilla con la que Bielsa llegó al Mundial de Sudáfrica y la complementó con un grupo de jugadores que él mismo hizo explotar en su brillante etapa como entrenador de la Universidad de Chile entre 2010 y 2012, donde ganó tres títulos de liga y la Copa Sudamericana.

Sampaoli, como Bielsa, basa su juego en dos principios tácticos: posesión y presión. No hay sitio en su equipo para aquellos que no estén dispuestos a dejarse el alma para recuperar el balón. El argentino intenta siempre imponer el ritmo del partido a partir de la tenencia de la pelota, algo que no le será nada fácil contra España, que cimenta su juego en largas posesiones.

El seleccionador chileno es más flexible que el maestro Bielsa. Puede jugar con una línea defensiva de 3, 4 o incluso 5 hombres, siempre en función de cómo ataque el rival.

Para el duelo contra España parece que apostará por una línea de tres junto a dos carrileros que ayuden en defensa pero que colaboren permanentemente en tareas ofensivas. En ataque, Aránguiz puede ocupar una posición un poco más adelantada para hacer de enganche con los delanteros Eduardo Vargas y Alexis Sánchez, que tienen el sitio asegurado.

Sampaoli espera dar la campanada el miércoles en el estadio Maracaná con un triunfo que dejaría a los suyos con un pie y medio en octavos y mandaría a casa al actual campeón del mundo.