Vitoria - La plaza de la Virgen Blanca y la de Los Fueros mutaron en la tarde de ayer -desde las cuatro y hasta las nueve- su habitual aspecto para convertirse en improvisados tapices de gimnasia, pistas de atletismo o curling, canchas de baloncesto, campos de fútbol, tatamis y muchos otros escenarios de disciplinas deportivas. Y no porque alguien decidiera adelantar una celebración del carnaval para la que aún restan muchos meses. Muy al contrario, esta transformación estuvo impulsada por un motivo de peso, la celebración de la II Jornada de Visibilidad del Deporte Femenino. Una actividad reivindicativa que tiene por objetivo sacar de la sombra a la que desgraciadamente se ven relegadas en demasiadas ocasiones las mujeres que practican deporte, sea cual sea el nivel en el que lo llevan a cabo.
Se trata de auténticas campeonas que deben trabajar sin el brillo que acompaña a sus compañeros hombres y esforzarse el doble que ellos para poder aspirar a ocupar un lugar similar. En definitiva, unas luchadoras que pelean contra viento y marea para poder seguir disfrutando de la disciplina que les llena.
Para tratar al menos de que esta situación mejore y concienciar a la sociedad de la imperiosa necesidad de trabajar en este sentido, practicantes de pádel, pelota, natación sincronizada, rugby, sokatira, golf, curling, atletismo, fútbol, baloncesto, gimnasia, tenis de mesa, judo, karate y deporte adaptado se distribuyeron por el centro de la ciudad para invitar a las mujeres de todas las edades a tomar contacto con cualquiera de esas disciplinas y pasar un buen rato. Una invitación que aprovecharon en gran número demostrando que mujer y deporte son dos palabras muy bien avenidas.
Junto a estas divertidas pachangas y el sorteo de diferentes regalos, la jornada -que contó con el apoyo del concejal Alfredo Iturricha y la directora de Medio Ambiente y Urbanismo de la Diputación, Belén Echevarría- tuvo también un momento para la lectura por parte de seis destacadas deportistas alavesas de un manifiesto en defensa de la práctica femenina del deporte y el derecho a recibir un trato de igualdad respecto a los hombres.
Pero sin duda lo más importante fue el gran ambiente vivido y la recolecta de nuevas integrantes para la siempre prolífica cantera provincial.