Curitiba - Las buenas sensaciones en el partido frente a El Salvador, el pasado sábado en Washington, han rearmado de confianza a Diego Costa para su debut en el Mundial, el viernes ante Holanda, ya resueltas las recaídas de la lesión y "a tope" para afrontar el gran desafío que supone jugar Brasil 2014. La evolución del bíceps femoral, el músculo que le apartó de la penúltima jornada de Liga ante el Málaga, que le dejó fuera de combate al cuarto de hora en el Camp Nou, en la conquista del campeonato con el Atlético, y que le apartó a los nueve minutos de la final de la Liga de Campeones, han atraído la atención durante las últimas semanas, con su duda para el torneo como centro de la actualidad día tras día... hasta el pasado sábado, cuando reapareció.
"Necesitaba este partido para quitar las sensaciones éstas de las dos veces que había recaído de la lesión. Me encontraba muy bien, iba a los partidos... y recaía. Cada vez me encuentro mucho mejor, en todo, en ánimo, en ganas y en lo principal, la lesión. Estoy a tope", anunció ayer en rueda de prensa en Curitiba. No había jugado un partido sin resentirse de esa lesión desde el pasado 4 de mayo, en la antepenúltima jornada de Liga frente al Levante. Quedaban tres partidos oficiales desde ese momento para concluir el curso con su club. En uno fue baja; en los otros dos aguantó menos de un cuarto de hora. Ahora, recuperado, está feliz de nuevo. Su sonrisa fue hoy recurrente. Intercambió alguna broma en la rueda de prensa con Sergio Busquets, el otro futbolista que compareció ante las decenas de medios de comunicación que cubren la concentración del equipo en las instalaciones de entrenamiento del Atlético Paranaense.
Necesitaba Diego Costa descanso para superar la microrrotura detectada en la cara posterior de su muslo derecho, la única forma de reponerse de una lesión que ha ocupado su mente las últimas semanas, incluso en busca del milagro con un tratamiento complementario en Belgrado en la semana de la final de Champions. Era una lesión relevante para un futbolista tan explosivo, que asocia su imparable desborde con la potencia de su zancada, la fuerza de su desplazamiento en velocidad y la inteligencia y verticalidad con la que se desmarca y ofrece múltiples opciones ofensivas. Y todo eso requiere de sus mejores condiciones físicas.
Además, su adaptación a la selección, con la que debutó el 5 de marzo de este año en el Vicente Calderón en un amistoso ante Italia (1-0), ha sido rápida. Se ha integrado a toda velocidad en un grupo que le ha recibido perfectamente, según reconoce él mismo. "La gente aquí me trata de una manera especial. Me encuentro muy cómodo. Ellos (los compañeros) para mí han sido impresionantes. Estoy viviendo un momento muy lindo y se lo tengo que agradecer", dijo.
"Tomé mi decisión" Tras la pasada polémica generada en su país por la elección de jugar con España, Diego Casto se mostró tranquilo. "La gente me ha tratado de una manera que me esperaba. Sé que tengo el apoyo de bastante gente", resaltó el atacante, sonriente en sala de prensa. También afirmó que su familia y "sus padres están muy felices" porque el futbolista esté "aquí", en Brasil, para el Mundial. "Estoy más cerca de ellos. No les afecta nada. Tomé mi decisión y me apoyan siempre", continuó el ariete del Atlético, que se presenta en el Mundial después de una campaña con 36 goles con su club.