Vitoria - El Athletic y Borja Viguera tienen desde el pasado sábado el panorama despejado para ir de la mano. Finalizada la Liga Adelante, con una última jornada de infarto favorablemente resuelta para los intereses del Alavés, ya no hay ningún impedimento para abordar una negociación que permitirá al goleador riojano vestir la camiseta rojiblanca. Respetada desde Bilbao la delicada circunstancia que mantenía en vilo a Viguera y el equipo al que estaba vinculado por contrato hasta junio de 2015, en breve tomará cuerpo una operación que entraña el desembolso máximo de un millón de euros, cifra que figura en la cláusula del delantero de 27 años. En cuestión de días Ibaigane informará sobre un acuerdo que bien podría convertirse en el único refuerzo para la plantilla de Ernesto Valverde, al margen de las incorporaciones de futbolistas propios que han estado cedidos o militando en el Bilbao Athletic.
A diferencia de lo sucedido hace doce meses, cuando el club se lanzó a captar un amplio número de hombres con la intención de abrirle a Valverde el abanico de alternativas y, sobre todo, de susceptibles titulares, ahora no se estima oportuno realizar un número elevado de captaciones. Durante el pasado verano recalaron Beñat, Sola, Etxeita, Balenziaga, Rico y Herrerín, mientras que ahora es muy probable que no venga nadie aparte de Viguera. El mayor problema que presenta el grupo en la actualidad es justo el opuesto al que arrastraba, pues es obvio que sobra personal y será inevitable que haya unas cuantas bajas y cesiones. El rendimiento ofrecido por el equipo, culminado con la consecución de la cuarta plaza en Liga, refleja la existencia de un bloque perfectamente válido para competir al más alto nivel. En este sentido, la llegada de Viguera se valora como una iniciativa que se apoya en un criterio muy específico. La idea no es otra que apuntalar la faceta rematadora.
Decir que el Athletic no tiene gol es faltar a la verdad, se trata de un equipo que posee un estilo agresivo, de ataque, que genera muchas llegadas y ha marcado en una proporción acorde al lugar que ha ocupado en la clasificación. Siendo esto así, ello no quita para que en este apartado concreto exista una apreciable diferencia entre Aritz Aduriz y el resto de los jugadores que frecuentan las demarcaciones más ofensivas. Aunque Kike Sola apenas haya podido mostrar sus habilidades en el área a causa de sus prolongadas bajas por lesión, tampoco el navarro aparece en principio como un especialista consumado en la faceta de la culminación. Ibai sería quizás el otro elemento que mantiene una buena relación con el gol, una virtud que desde luego no es extensible a los Susaeta, Herrera, Muniain o Toquero. Mejor comportamiento han mostrado a lo largo del año anterior futbolistas que desempeñan cometidos de otra índole, más defensivos, como Mikel Rico o San José.
SU TARJETA Por todo lo anterior, la adquisición de un futbolista con una sólida reputación en los metros finales resulta muy entendible. Otra cuestión será comprobar cómo digiere el ritmo y las exigencias inherentes a la Primera División, pero de entrada no cabe cuestionar su facilidad para alojar balones en la red. Después de realizar buena parte de su formación en las categorías inferiores de la Real Sociedad y protagonizar diversas cesiones con suerte dispar, Viguera ha explotado en Mendizorrotza. En las dos últimas campañas ha sumado más de cuarenta goles, 18 en Segunda B y la friolera de 25 en un peldaño superior, siete de ellos desde los once metros. Esta cifra le ha valido para erigirse en el máximo goleador de la categoría por delante de Scepovic (Sporting de Gijón) y Kike García (Murcia), ambos con 22. Sus 25 goles equivalen al 44% de los obtenidos por el conjunto de Gasteiz.
La incorporación de Viguera tendrá consecuencias en la nómina de delanteros. Hay que reparar en que Valverde acostumbra a alinear un único elemento arriba, solo en coyunturas muy adversas se ha animado a emplear un segundo delantero para forzar situaciones de gol. Partiendo de la premisa de que Aduriz es el titular indiscutible, siempre y cuando supere con normalidad la operación de pubis a que fue sometido en mayo, y dando por hecho que Kike Sola tendrá sus partidos, los necesita para volver a sentirse válido, son Toquero y Guillermo quienes peor lo tienen para continuar. Cualquiera de estos dos perderá el sitio en favor de Borja Viguera, quien no tardará en posar sonriente estrechando la mano de Josu Urrutia.