Madrid - Sun Tzu fue un escritor, político, filósofo y miliciano chino, autor del posiblemente más antiguo y a la par brillante tratado militar, titulado El arte de la guerra, conclusiones que hoy se aplican en todas las facetas de la sociedad. El Maestro Tzu dijo que la defensa es la base para ser invencible; el ataque, mientras, es la posibilidad de vencer. Pero, ¿qué sucede si, enfrentados defensa y ataque, se persigue la victoria ante la invencibilidad? En el fútbol quizás se trataría de un empate. Quizás a cero, a uno o a diez, pero seguramente se contrarrestarían lo uno y lo otro como paradigmas que son. Esa sería la teoría aplicada con fidelidad, sobre el césped, pero ¿y si se tratase de una final, donde no hay lugar para el empate? Real Madrid y Atlético de Madrid representarán este sábado en Lisboa, en el marco de la final de la Liga de Campeones, los dos extremos. Blancos y rojiblancos son la antagonía de la competición continental. La tropa de Carlo Ancelotti conforma el equipo más goleador, mientras que el elenco del Cholo Simeone es el menos goleado. Y aquí no hay teorías que valgan. Sí reside el morbo sobre lo que acontecerá ante semejante encontronazo de propuestas. "Las idiosincrasias de los clubes no podrían ser más diferentes , posiblemente también desde una perspectiva social. Cada equipo utiliza las herramientas que tiene a su disposición y hay una gran rivalidad", apostilla Simeone.
El Atlético de Madrid, que viajó ayer por la tarde a Lisboa, protagonizará su segunda final de la Liga de Campeones y lo hará cuarenta años después de la primera, la de 1974 y perdida con gol del difunto Luis Aragonés, nombre que precisamente figura en las camisetas colchoneras. En la capital portuguesa aterriza con el mejor bagaje defensivo, habiendo encajado 6 goles en los doce encuentros disputados. Para más inri, no ha recibido más de uno por partido. Es el equipo impermeable, el menos perforado y el único que no ha conocido la derrota a estas alturas de la Champions -solo ocho han logrado conquistar el título sin perder ningún partido y en la última década lo han materializado el Barcelona (2005-06) y el Manchester United (2007-08)-. Courtois, tras la zaga que mejor protege, ha realizado 29 paradas, 2,4 por partido. El Real Madrid, que aterriza hoy en la escena lisboeta, es más vulnerable en este sentido. Ha encajado 9 tantos. Además, Casillas ha sido el guardameta que más paradas ha realizado, 41.
Pero los merengues han instalado en la memoria de la competición un nuevo récord, los 37 goles anotados de manera inédita hasta la fecha. A razón de 3 por compromiso. Apartado en el que los colchoneros suman 25 dianas. Como iconos representativos del apartado goleador, Cristiano Ronaldo en el bando blanco y Diego Costa, en el rojiblanco, aunque con la incógnita acerca de su concurso en la final, pues ayer se entrenó por primera vez tras recibir un tratamiento que acelerase su recuperación de la lesión muscular de grado 1 en el bíceps femoral de la cara posterior del muslo derecho. El solo gesto de regresar a los ejercicios, que los completó con el grupo, es que la idea es llegar a tiempo.
Cristiano Ronaldo es el buque insignia del Madrid y lo es con récord particular. Ha amasado la friolera de 16 goles, los cuales, computados en minutos, conforman un promedio de uno cada 54. Demoledor. Sin antecedentes. Si bien, aunque Diego Costa vive con 8 tantos, como tercer máximo realizador de la competición, su eficacia ha sido bestial, pues ha efectuado solamente 19 disparos; el portugués, mientras, ha llevado a cabo 64 intentos.
Apurando plazos Acerca de Ronaldo, que arrastra molestias, hay menos dudas acerca de su participación que las que alberga Costa. El portugués completó ayer media sesión con el grupo y la otra mitad en solitario. Quienes preocupan en el Real Madrid son Pepe y Benzema. Ambos fueron tratados ayer por fisioterapeutas a fin de apurar plazos. Di María, Varane y Bale, incorporados a la disciplina colectiva en los últimos días, entrenaron con normalidad. En el Atlético, entre tanto, además de Costa, el tocado era Arda Turan, que precisamente ayer también regresó a la dinámica de grupo.
Estos serán algunos de los componentes físicos, tangibles, que acudirán a la final lisboeta, que conjugarán en las propuestas de los mariscales. Pero en juego también estará el aspecto emocional de los contendientes. A juicio de Pedja Mijatovic, autor del gol que concedió la séptima Copa de Europa al Real Madrid, en aquel entonces en el vestuario blanco "había ansiedad por ganar la Séptima", pero "ahora hay demasiada presión, insoportable". Presión que buscan sacudirse estos días previos los jugadores a golpe de declaraciones, ante los micrófonos, traspasándose porcentajes. Unos, los blancos, con Sergio Ramos de portavoz, rehuyen de la responsabilidad del favoritismo que parece pesar; otros, los rojiblancos, con la voz cantante de Juanfran, lo quieren compartido, al 50%. Lo cierto es que la necesidad es mayor en la casa blanca, pues el título de Copa no es suficiente consuelo para el club que más ingresos genera del mundo. En el caso del Atlético, con corona de campeón o sin ella, seguiría desplegando tal vez la mejor campaña de la historia de la entidad, lo cual nunca sería desdeñable. Para José Eulogio Gárate, partícipe del bloque del 74, de hecho lo es. "Es el fruto del trabajo que se viene haciendo hace casi ya tres años", dice el revolucionario Cholo, que está ante la guinda del pastel, ante su primera final de Liga de Campeones, su cuarta final a partido único después de ganar las tres anteriores. Para Ancelotti será la sexta final continental. Disputó tres como jugador y perdió una, al igual que como entrenador.
4-2 para el Atlético Atlético de Madrid y Real Madrid se han enfrentado en seis finales, siendo el resultado favorable para los colchoneros, 4-2. La voluntad de "potenciar nuestros puentes fuertes y ocultar nuestra debilidades" que posee Simeone es compartida. Los unos buscarán hacer fuerte su ataque, los otros, su defensa. Sin duda, habrá un vencedor. No habrá lugar para el equilibrio, a pesar de que hay factores que lo proponen, como el hecho de que ninguno de los dos equipos haya conseguido una victoria con el árbitro designado para el desenlace de la competición continental, el holandés Björn Kuipers. Y, por si fuera poco, ninguno de los dos finalistas sabe lo que es vencer en Lisboa, donde el Madrid ha cosechado dos derrotas y un empate y el Atlético solo ha podido sumar un empate. Como dijo Tzu, la defensa es la base para ser invencible; el ataque es la posibilidad de vencer. Idiosincrasias diferentes se miden para desestructurar teorías, para chocar y tratar de demostrar qué prevalece, qué es más fructífero, el mejor ataque o la mejor defensa .
Atlético de Madrid: Es el equipo menos goleado de la Liga de Campeones, con 6 tantos encajados. Es el único equipo que no conoce la derrota.
Real Madrid: Es el equipo más goleador de la competición. Ha establecido un nuevo récord en este sentido, anotando la inédita cifra de 37 goles.
Ronaldo vs. Costa: Ambos están en proceso de puesta a punto y ayer formaron parte de sus respectivos grupos en las sesiones de entrenamiento. El primero ha anotado un nuevo récord de goles en el plano individual, con sus 16 dianas tras 64 disparos, pero el segundo posee un porcentaje de efectividad mayor, con 8 goles en 19 intentos.
Dudas: La mayor duda para la final en cuanto a comparecencia es el madridista Pepe, seguido por Benzema, aunque de este se espera que esté disponible para la final. El colchonero Turan, mientras, se incorporó ayer mismo a la dinámica de grupo.