vitoria - Aunque con cuentagotas, parece que hay vida en el balonmano alavés más allá de los Iker Romero, Eli Pinedo o Patricia Elorza. Hay algo más de vida porque un grupo de chicas que juega en el modesto Eharialdea ha decidido colarse en la historia del balonmano local con un ascenso histórico a la División de Honor de Plata. Un acontecimiento inédito que ha colocado a este deporte, aunque solo sea por unos días, en la órbita de los medios de comunicación y deportistas de otras disciplinas, contagiados todos por esa misma ilusión que les ha permitido ganarse el cielo. Iñaki Santamaría, que es su entrenador, reconocía ayer a este diario estar flotando aún en una nube de la que nadie quiere descabalgarse. Un estado de euforia que ha puesto el colofón a una temporada de ensueño a base de calidad, motivación y un compañerismo "a prueba de bombas", abunda el técnico, que además es jugador del senior en esa cantera inagotable de jugadores que es el club Corazonistas. Precisamente el responsable de esta parcela, Diego Martínez de Antoñana, valedor, entre otros, de Iker Romero, enviaba ayer a través de DNA un mensaje de optimismo para el balonmano alavés tras el éxito del Eharialdea. "Este ascenso supone colocar a nuestro balonmano en una de sus cotas más altas alcanzadas nunca en lo colectivo, y el triunfo llega desde la sinceridad, el esfuerzo continuado de unas jugadoras abnegadas y sin afán de protagonismo, y la dirección de un auténtico crack de los banquillos como Santamaría". Se mire como se mire, la lección que este grupo ha impartido merece un punto y aparte. Porque este año ni han sido las más fuertes, ni las más rápidas, ni desde luego las que mayor presupuesto han manejado de la categoría, más bien todo lo contrario. De ahí que el mérito sea doble. Sin embargo, todo lo conseguido en el cancha podría quedar en el limbo si el club no es capaz de ganar la otra fase de ascenso que ahora mismo está disputando, y que no es otra que la búsqueda de un patrocinador (además del IES Construcción) que avale un presupuesto acorde a una categoría donde los costes se van a disparar. Solo la fianza por jugar en la nueva categoría, por ejemplo, ronda los 20.000 euros. Y suma y sigue. "Ojalá podamos sacar todo adelante", avanza Santamaría, que no tiene palabras de agradecimiento para sus "leonas" por una campaña "que ha sido una pasada" en todos los aspectos y que confirma, como estos días viene predicando el Cholo Simeone tras su título de Liga, que quien quiere y cree, puede. Así lo hizo en Sabadell este formidable grupo, que a golpe de Kepa Junkera avanza con paso firme hacia su nuevo desafío.