Madrid - El Real Madrid tuvo que sufrir para conseguir la victoria, por 82-77, ante un Olympiacos que redobló esfuerzos hasta el final, aunque no pudo evitar el 2-0 con el que el equipo español viajará a Atenas para jugar el tercer partido el próximo domingo.

El Olympiacos salió dispuesto a que el partido no se le fuera de las manos a las primeras de cambio, como ocurrió en el primer partido y propuso al Real Madrid mostrar las mejores características técnicas de cada uno de los integrantes de los primeros quintetos.

El Real Madrid aceptó las condiciones, aunque los nervios y la tensión le hicieron ir un poco a trompicones. Los ataques se impusieron a las defensas, 15-13 (min.5) con cada jugador demostrando su especialidad. Rudy Fernández, excelentemente secundado por Nikola Mirotic y Sergio Llull, comenzaron a conseguir las primeras diferencias gracias al tiro y al rebote ofensivo. Vassilis Spanoulis y Bryant Dunston fueron los mejores en un peleón, correoso y centrado Olympiacos.

Tras el 30-23 del primer cuarto, los griegos decidieron saltar de la trinchera y luchar cuerpo a cuerpo en el segundo acto. Los helenos, sin embargo, se encontraron con un Felipe Reyes que nada más salir a la pista encestó dos triples seguidos y los 8 primeros puntos. Los del Pireo redoblaban esfuerzos y su magnífico porcentaje de triples, 5 de 7 (71%) les mantuvo en el partido. El Madrid tampoco estuvo manco a la hora de tirar de lejos, 9 de 13 para un 69%. Para empezar, los griegos apretaron el marcador de salida en el tercer acto (55-52 (min.22). Pero Rudy volvió a salir al rescate con cinco puntos seguidos (60-52). Dunston y Spanoulis siguieron sosteniendo a un Olympiacos que puso en serios apuros al Real Madrid.

Olympiacos estaba perdiendo más de medio billete a la Final a cuatro de Milán, 74-62 (min.33) pese a sus esfuerzos. La defensa de Marcus Slaughter y los galones de Rudy y Mirotic fueron un muro casi infranqueable por sus jugadores, 75-63 (min.35). El Real Madrid ganó por 82-77 y subió un 2-0 al marcador de la eliminatoria que toma un acentuado color blanco. - Efe