PAMPLONA - La maldición era esta: desde que en 1999 el Trofeo Comunidad Foral de Navarra dejase de llamarse así para cederle su lugar al nombre del ciclista estatal más grande de la historia y que la prueba pasara a denominarse Gran Premio Miguel Indurain, nunca un corredor del antiguo equipo del gigante navarro, el Banesto y sus herederos, había logrado ganarla. Habían sido quince temporadas consecutivas sin que el equipo de Unzue, de raíces navarras, reinase en casa. Hasta que ayer, Alejandro Valverde agitó la chistera y se sacó una gozada de final de carrera, 35 kilómetros, más o menos, antológicos para acabar con la maldición sobre la cima del Puy.

A esa distancia se acabó la escapada de 18 corredores entre los que estaban Gorka Izagirre (Movistar), Jon Larrinaga y Haritz Orbe (Euskadi) e Ibai Salas (Burgos) y comenzó la exhibición del Movistar. Arrancó John Gadret para seguir endureciendo la carrera y allanarle la victoria a Valverde y el murciano se unió al francés de inmediato. "Y tenía pensado volver a atacar en Muru, el último repecho antes del Puy", contó luego el ciclista del Movistar, que cambió de planes y se lanzó desde más lejos, en Eraul, un puerto de segundo. Lo hizo solo, en un momento cogió un minuto de ventaja y la carrera quedó en sus piernas, que están mejor que nunca. Con el de ayer en Lizarra suma siete triunfos esta temporada, 80 en el total de su carrera entre los que no figura la Vuelta al País Vasco que arranca mañana y en la que su mejor puesto es el segundo de 2006 tras Gómez Marchante, aunque ha ganado cinco etapas y ha sido líder varias veces. "Esta es la confirmación de que sigo estando muy bien. Ahora vienen País Vasco y las clásicas, mi gran objetivo. Sabía que llegaría en buena forma aquí y estoy bien, pero País Vasco me va a dar ese punto definitivo. El mismo lunes tendremos una gran etapa, en la que habrá que estar concentrados y correr siempre adelante", dijo. Valverde, claro, saldrá a ganar.

En Lizarra, el mejor vasco fue Miguel Mínguez, décimo tras otra prueba en la que su equipo, el Euskadi, mostró su buena marcha esta temporada.