Duración: 48:22 minutos de juego.
Saques: 1 de Bengoetxea VI (tanto 9) y 4 de Urrutikoetxea (tantos 6, 14, 21 y 22).
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 370 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 8 de Bengoetxea VI, 4 de Urrutikoetxea y 2 de Beroiz.
Errores: 2 de Bengoetxea VI, 10 de Ladis Galarza, 2 de Urrutikoetxea y 2 de Beroiz.
Marcador: 0-2, 1-2, 1-6, 2-6, 2-7, 3-7, 3-12, 4-12, 4-15, 7-15, 7-17, 12-17, 12-19, 13-19 y 13-22.
Apuestas: De salida se cantaron posturas de 100 a 70 favorables a Urrutikoetxea-Beroiz.
Botilleros: Al ser las dos parejas de la misma empresa no hubo botilleros.
Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Beotibar de Tolosa. Alrededor de 250 espectadores.
Bilbao. Precisaban Mikel Urrutikoetxea y Mikel Beroiz quitarse de un plumazo las dudas generadas en Mungia, donde habían sido masacrados en un partido malo ante Pablo Berasaluze y Jon Ander Albisu. 22-6 acabó la cosa. Tocados. Los problemas normales: la confianza y el amor propio. Pues bien, necesitaban quitarse ese peso de encima. Requerían una victoria terapéutica, llegar a 22, arrimarse al diván del triunfo y cavilar sobre el horizonte, sobre lo divino y lo humano y sobre el ganar y el perder. Lo necesitaban. Además, contra unos adversarios en una situación parecida, el punto tenía un valor doble: ascender peldaños y coger cierto colchón con los siguientes perseguidores.
Y lo lograron. Gran parte de la culpa la tuvo su sobriedad, más que brillantez, y su manera de afrontar las cosas. Vieron en Ladis Galarza al rival más débil y este no asumió un cambio de rol. La receta, al final, fue hacer "mucho a buena y pocos errores". El resto lo abonó el zaguero de Baraibar, que no estuvo nada fino con la derecha. La mano que le está dando guerra. Quizás el dolor y la falta de confianza fueron las que se ensañaron con el pegador navarro que no tuvo su día. Tampoco empezó en vena Oinatz Bengoetxea. Y ahí estuvo la clave: evitaron los azules encontrarse con el pizpireto leitzarra, Ladis falló y la moneda salió cara (13-22) tras un maquillaje de Bengoetxea, que tomó riesgos cuando estaba todo el pescado vendido.
Los problemas colorados arribaron temprano. Tocaron a la puerta en Baraibar y cristalizaron en un Beotibar de Tolosa en el que se registraron algunos murmullos burlones con los que se faltó al respeto al menor de los Galarza. A pesar de todo, el de Baraibar no estuvo bien, falló diez pelotas claras y además erró tres saques de llevar.
La victoria se fraguó desde los cimientos del no fallar. Un pelotazo de enmarcar del puntillero de Zaratamo abrió la veda azul en una buena cosecha. La hoja de ruta se trazó desde la inteligencia, desde el miedo a no fallar y a buscar a su rival y evitar a Bengoetxea, sin duda un manista peligrosísimo con pelota en los cuadros alegres. Así que Urrutikoetxea se esforzó en buscarle fuera de sitio y el metrónomo Beroiz invitaba a ello. Con sobriedad más que nada, el rédito fue enorme. No obstante, ni Urruti ni Beroiz se vieron obligados a experimentar. Se pusieron 4-15 de salida y Galarza sumaba ya la friolera de seis errores en su cuenta.
De todas maneras, con las distancias enormes, con un abismo entre las dos parejas, Bengoetxea VI tomó el mando. Tocaba arriesgar aunque era tarde. Y no se borró. Dibujó siete tantos para poner el aliento en la nuca azul (12-17) en un tramo magistral. Quizás sus adversarios se relajaron por las circunstancias, pero el leitzarra sacó pecho ayudado por un Ladis que mejoró su actuación mostrando una izquierda más firme. Sin embargo, su reacción murió a brazadas de la orilla. Un derechazo de Galarza que capituló en el colchón fue el 12-18. Y acabó la terapia. Una volea de Urruti, otro fallo de Ladis y dos saques de llevar fueron la medicina azul.
Aretxabaleta toca hoy pelota Andoni Aretxabaleta, con una rotura en el menisco de su muñeca derecha de la que poco a poco va recuperándose, probará hoy su estado en Markina en una pequeña sesión de pelota en la que valorará cómo evoluciona para jugar su diestra. Así las cosas, si las sensaciones son positivas, mañana volverá a ejercitarse con mayor intensidad para confirmar si llegará o no para el fin de semana. El zaguero markinarra desde el principio valoró que no va a arriesgar para jugar ante Joseba Ezkurdia y José Javier Zabaleta el sábado en la cancha navarra.