París. Michael Schumacher, el hombre récord de la Fórmula 1, centra la atención mediática casi tanto como en los momentos cumbre de su carrera deportiva, cinco días después del gravísimo accidente de esquí en los Alpes francesa y ante su 45 cumpleaños, hoy. En su chalet, cercano a la estación de Méribel, habían celebrado los Schumacher varios cumpleaños del expiloto, explicó su portavoz, Sabine Kehm, convertida estos días en rostro del entorno del siete veces campeón del mundo, mientras pide respeto a la esfera privada.
En lugar de la fiesta de todos los años, a su esposa Corinna, sus dos hijos Gina Maria y Mick, les corresponde llegar al hospital sorteando la nube de periodistas que tratan de captar alguna imagen. El hospital de Grenoble trata de mantener a raya al gran despliegue mediático y obligó a desplazarse a los camiones y equipos de transmisión a un recinto adyacente. Su creciente presencia obstaculizaba el desarrollo normal de la actividad hospitalaria.
En la planta donde se encuentra ingresado Schumacher se ha establecido un dispositivo de seguridad especial, que sólo permite el acceso a sus familiares o personas de su entorno directo, pero ello no ha evitado dificultades a su personal o a los visitantes del resto de pacientes del centro. Se teme, sin embargo, que el cerco mediático ira a más el viernes, en ocasión del 45 cumpleaños y pese a todas las llamadas a guardar respetuosas distancias.
Por parte hospitalaria, el equipo médico se limitó a informar, el martes, de una "ligera mejoría" del paciente, que en la noche del lunes al martes fue sometido a una segunda intervención, de dos horas, para evacuar un hematoma en el área izquierda del cerebro. No obstante, también indicaron que quedaban "muchas hemorragias" cerebrales, sin precisar si procederían a nuevas operaciones.