ARASKI Chiemeka, K. (5), Molinuevo, C. (3), Perez, R. (0), Hislop, T. (17), Uriarte, A. (2), García-Sampedro (2), Castaño, E. (6), Gonzalez, I. (6), Conde, I. (9) y Kassongo (2).
BARCELONA Esquivias, E. (4), Garcia, C. (0), Perez, C. (4), Esteve, H. (0), Mestres, G. (16), Carrion, N. (0), Montoliu, M. (7), Verbo, V. (0), Bellido, M. (7), Molina, C. (4) y Lahuerta, I. (5).
Parciales 6-7; 15-8; 15-9; 16-23.
vitoria. El Araski tuvo que esperar hasta su octavo partido, tercero como local, para lograr la primera victoria de la temporada, en un duelo lleno de imprecisiones, en el que a pesar de todo el Araski fue mejor que el Barça. El pulso entre colistas se presentaba vital para ambos conjuntos, ya que las gasteiztarras necesitaban inaugurar su casillero de victorias, y el Barça sumar su segunda de la temporada. Así pues, el inicio de partido fue dubitativo por ambas partes, con errores en el tiro y alguna pérdida, lo que hizo que el marcador no se moviese en los primeros 3 minutos de partido, hasta que lo estrenó el equipo local con dos tiros libres anotados. De todas formas, las imprecisiones se sucedían, el Araski comenzó fallando infinidad de canastas fáciles, y el luminoso se movía en guarismos ínfimos (6-7 al final del primer cuarto).
Con el segundo cuarto, llegó cierta fluidez al juego de las locales: el equipo comenzó a aprovechar las ventajas que tenían las aleros altas ante sus pares para postear, y si bien las posiciones de tiro eran claras, los porcentajes no subieron demasiado. Pero la defensa interior del Araski era poderosa, y muestra de ello fueron los tres tapones seguidos que colocó Conde en la misma jugada (hasta 5 puso al final del partido). Entre ella y Uriarte, que también jugó minutos de calidad, cerraban y dominaban bien el rebote (20 rebotes entre las dos al final del partido). Por parte visitante, la que más oposición mostraba era Mestres, la mejor del Barça durante toda la temporada, y que finalizó el partido con 16 puntos y 7 rebotes. 21-15 al descanso.
Las chicas de Urieta estaban dispuestas a finiquitar el partido y a falta de 7 minutos se lograba la máxima diferencia (17 puntos arriba). E inexplicablemente, el equipo dejó de jugar, con muchos minutos todavía por delante. Las locales comenzaron a especular en ataque, no ya jugando largo, sino dejando de ser ofensivas de cara al aro. La obsesión por ganar empezó a pesar, y parecía que ninguna de las jugadoras del Araski estaba dispuesta a asumir la responsabilidad de tirar. El Barça poco a poco comenzó a venirse arriba y, sin nada que perder, empezó a jugar como no lo había hecho antes, siendo mucho más efectiva en ataque. Lo que parecía un partido terminado se fue complicando poco a poco. La diferencia menguaba, y si bien parecía que el Barça no iba a llegar, el Araski no se podía confiar. Un triple complicado de las catalanas las acercaba a dos en el último minuto, pero se salvaron los muebles al final.