casablanca. No hubo color. Sonaron las doce y la carroza se volvió a convertir en calabaza. El Raja Casablanca afrontó anoche su duelo contra el todopoderoso Bayern que dirige Pep Guardiola como una prueba de fe. Un ochomil que queríar anotar en su historia con letras de oro. Pero la lógica del fútbol impuso su ley y la apisonadora alemana se llevó su ilusión por delante. Los germanos impusieron su ritmo desde el pitido inicial y ya en el minuto 8 Dante abría el marcador.Volcados en el campo de su rival, los de Munich eran un vendaval de juego y eficacia. En el minuto 24, Thiago hizo el segundo llevando al marcador la superioridad que se veía en el césped. Su juego era una fiesta. Y aunque los marroquíes se vinieron arriba en busca de la heróica en la segunda parte, al final el Mundialito halló descanso en las vitrinas del equipo de Guardiola, que suma y sigue. Foto: efe