vitoria. Gaizka Toquero (Gasteiz, 1984) asume con normalidad el rol de revulsivo que está interpretando a las órdenes de Ernesto Valverde. Está contento porque cree que ha aportado en varias situaciones comprometidas, con el marcador en contra. Centrado en la visita del Barcelona, opina que se le puede hacer daño planteando un partido muy intenso, que le haga sentirse incómodo, como recientemente logró el Ajax.

Su situación ha mejorado. Jugó por primera vez en la séptima jornada y ya ha participado en seis.

Sí que hay un cambio. No entraba en el equipo y ahora sí, incluso he sido titular en una oportunidad. Estoy contento con los minutos que me da Ernesto, pienso que los estoy aprovechando y cuando te sientes importante la sensación solo puede ser positiva.

Es posible que le pasase factura el relevo habido en el banquillo. Todo entrenador emplea un tiempo en centrarse y eso en ocasiones conlleva cierta precariedad.

Los entrenadores toman decisiones y al principio de una temporada es normal que prueben más cosas. Por otra parte, no era fácil entrar en el equipo porque desde un inicio hubo buenos resultados y en esas circunstancias cuesta más hacerse un sitio. Luego ya he empezado a entrar y espero que siga así.

¿Qué es lo que le ha transmitido el entrenador en este tiempo?

Tampoco me ha dicho cosas muy personales. Tiene claro cómo quiere que juguemos, el nivel de intensidad que necesita el equipo, la forma en que se han de hacer los marcajes, el juego sin balón y ese tipo de aspectos que nos incumben a todos como parte que somos del grupo. Y creo que todos tenemos ya las ideas bastante claras.

El cambio de estilo es palpable. ¿Ha sido costoso para ustedes el tránsito de la etapa de Bielsa?

Sí que hay cosas bastante diferentes en la forma de jugar y de presionar. Todo cambio lleva un tiempo y normalmente la pretemporada no suele ser suficiente para asimilarlo porque además no es como la competición. Nos ha llevado unas cuantas semanas, pero en cuanto a puntos el equipo ha respondido muy bien, sobre todo en casa.

Bueno, fuera también han ganado tres partidos, aunque la imagen no siempre haya sido la deseada.

Ahora hay más equilibrio. Empezamos ganando en Valladolid y es verdad que en algunas salidas, aparte de no sumar, no hubo buen juego y esto sí es algo que nos preocupaba.

Usted ha jugado de extremo, de ariete, de segundo delantero. Valverde ya comentó que le veía capacitado para ocupar varios puestos.

Siempre he dicho que ser polivalente es positivo, aunque obviamente lo que importa es tener la oportunidad de demostrarlo en el campo. Ernesto no apostó por mí al principio y ahora sí. En lo que llevamos de campeonato he demostrado que puedo jugar en la banda derecha, de media punta o arriba. Y como yo, hay otros, De Marcos por ejemplo.

Venía de un año en que intervino muy poco y eso podía ser una pega para hacerse notar.

Estamos hablando de que esta plantilla es muy competitiva. Llevar seis años en el equipo y jugar todos los partidos es algo muy difícil. Además también hay que tener en cuenta que ha venido Kike Sola. Me tomo cada situación que vivo como un paso más. Yo nunca había pensado que llegaría a donde estoy, que jugaría en el Athletic, pero llevo un tiempo aquí y todavía tengo dos años más de contrato. Jugar nos gusta a todos y yo cuando no juego por lo menos estoy preparado para cuando me reclamen.

Antes mencionábamos el cambio de entrenador como un factor que puede influir, pero ¿cómo se entiende que con el mismo técnico pasase de ser el duodécimo jugador en minutos jugados a ser el vigesimosegundo un año después?

No le doy más vueltas a eso. Fue el peor año desde que estoy aquí. Yo entiendo que cuando todo va bien no haya cambios, pero el año pasado no puede decirse que fuese bien, al contrario, y sin embargo el entrenador decidió no darme partidos. El entrenador es quien elige y quien se supone que mejor conoce a los jugadores y si no quiso ponerme, pues no hay mucho más que decir.

Valverde ha llegado a modificar su esquema táctico para darle entrada, al juntar a dos delanteros.

Yo siempre he estado a gusto jugando de segundo delantero, con Aduriz o con quien sea. Mucho mejor que cuando he estado solo arriba. Es que de delantero centro único no he jugado casi nunca. En el River tuve muchos partidos por la derecha y también como segundo punta. En el primer año de Bielsa, sí jugué adelantado cuando se lesionó Llorente, pero a mí me gusta caer a las bandas y cuando eres la única referencia arriba no lo puedes hacer porque luego no hay nadie para rematar. Me gusta tener movilidad.

Según Valverde, tan importantes son los que juegan de inicio como los que entran sobre la marcha y son capaces de tener una incidencia en el partido. Esto segundo es lo que usted está haciendo.

Creo que sí. He salido algunas veces con el marcador en contra y no quiero decir que se haya acabado ganando gracias a mí, pero creo que he tenido incidencia en el resultado. No es fácil entrar así al campo porque el ritmo que tiene el partido ya es muy alto y, sobre todo, porque encima tienes que remontar. Por eso aportar en esas condiciones es muy reconfortante. No me importa que se me adjudique el papel de revulsivo porque, independientemente de cuáles sean las circunstancias, lo que para mí cuenta es ayudar al equipo. Es para lo que todos estamos aquí.

Jugará más o menos, pero lo que no cambia es el cariño que la grada le profesa.

Jugar en el Athletic es un premio, pero que la afición me demuestre ese afecto hace que me tome cada partido como si fuera el último. La gente tiene una actitud muy buena hacia mí y no me queda sino entregarme al máximo, por esa gente y por el club.

Hay quien interpreta ese trato que recibe como algo peyorativo, en el sentido de que es una forma de compensarle con un reconocimiento al que no tiene acceso por sus características como futbolista.

Te entiendo lo que quieres decir. No hay un jugador que guste a todo el mundo. Habrá gente que piense que soy muy malo, que no soy un jugador de Primera División, pero ya son seis años y he tenido tres entrenadores distintos. También Muniain o cualquier otro será bueno para unos y malo para otros, pero esto al fin y al cabo es un aspecto más del fútbol. Lo único que importa realmente es que entre los 25 que estamos en la plantilla hagamos un buen equipo y podamos dar alegrías a la gente.

Va sumando minuto pero le falta marcar.

Es lo que quiere todo delantero. Tuve una bastante clara contra el Elche, de cabeza, pero lo del gol no me preocupa demasiado mientras salga y los compañeros y el entrenador vean que colaboro. Me gustaría llevar cinco goles, pero...

¿Dónde van a acabar el año? Vamos a ir poco a poco. Cuando tengamos 45 puntos será el momento de mirar más arriba. Ahora nos tocan partidos difíciles. A ver cómo acabamos la primera vuelta. Todos los años vemos equipos que empiezan muy fuerte y luego van bajando.