En esta entrevista está prohibido hablar de la actividad principal de los protagonistas. En su caso, ¿de qué no hablamos, de fútbol o de pádel?

De fútbol, de fútbol. El pádel es un hobby que me da mucho porque al final en esta vida que todos llevamos haces deporte, lo echas todo, te generas hormonas de la felicidad... Y la verdad es que me ha venido muy bien.

¿Es más importante la estrategia en una negociación o en el pádel?

En las dos cosas. En el pádel es fundamental ser inteligente y ganas muchos partidos con la cabeza porque hay mucho jugador impulsivo y en una negociación es bueno conocer al interlocutor y la forma de pensar y de actuar que tiene. La estrategia es fundamental hasta en el matrimonio.

¿A veces piensa en la cara de algún presidente cuando hace un smatch?

No, no. Tengo la suerte de que me he llevado bastante bien con todos los presidentes. Después de tantos años en este trabajo te respetan y tú a ellos y nunca he tenido problemas con ninguno. Quizás con uno que había aquí en Vitoria que prefiero ni nombrarlo.

¿Cómo acaba un periodista de provincias representando a algunos de los mejores jugadores del mundo?

Cosas del destino. Siempre digo que seré periodista vocacional toda mi vida. Cuando trabajaba de ello ha sido uno de los momentos más felices de mi vida y valoro mucho al periodismo y a los periodistas. Jugando en el Ariznabarra un compañero que se dedicaba a esto me propuso trabajar en el despacho y empezar casi, casi te diría que con un contrato de prueba. La cosa fue bien, tuve esa suerte y siempre le estaré agradecido. Hubo un momento en el que tuve que decantarme por el periodismo o la representación y creo que la decisión fue bastante acertada.

¿Se le pasó por la cabeza entonces que llegaría a lo que es hoy?

Nunca me he marcado muchos objetivos en mi vida que no sean cosas personales. Uno, por ejemplo, era llegar a hacer deporte con mis hijos y ahora juego a pádel con ellos y se me cae la baba. Nunca he tenido metas empresariales o económicas, no le doy importancia a eso. Siempre he dicho que hay que moverse, trabajar, viajar mucho y tener una pizca de suerte -yo ha habido jugadores que he cogido por estar en el sitio justo en el momento justo y otros no estaban allí por vagos, por falta de información o mil cosas-.

A pesar de tener un mercado muy internacional siempre ha tenido la oficina en Vitoria, ¿es un perfecto VTV?

Sí, sí. La verdad es que muchas veces me podría haber planteado irme a Madrid o Barcelona a vivir pero me gusta mucho Vitoria, soy vitoriano a muerte y luego también soy una persona muy familiar. Quiero mucho a mi familia y no sería fácil separarme de ellos. Siempre he pensado que habría ganado más dinero fuera que en una ciudad que es muy difícil porque no hay clubes. Está claro que en otros sitios me iría mejor pero para mí la felicidad no la da el dinero.

¿Qué cambiaría de Vitoria?

Los cambios de direcciones que han hecho últimamente, que me desesperan. Cambiaría lo difícil que se ha hecho conducir por la ciudad, cambiaría por supuesto el mal tiempo... Y luego en cuanto a la gente, quizás tendríamos que ser un poco más abiertos. Cuando viajas mucho te das cuenta y yo siempre digo que hay que abrir la mente. Deberíamos abrirnos más y ser más sociables. El alavés en general es muy cerrado, a veces cuesta hacer amistades. En eso, por ejemplo, los bilbaínos son mucho más abiertos.

Dice que una de las claves para triunfar en su oficio es viajar mucho pero confiese que usted en realidad lo hacía para cortejar a su mujer.

Tuve la suerte de conocer a mi mujer hace dieciséis años en un aeropuerto y como ella era azafata tuvimos que coger muchos vuelos y he vivido y sigo viviendo en los aviones. La verdad es que es una etapa que recuerdo con mucho cariño porque, jo, me iba muchas veces a Galicia a verla, cada semana nos veíamos y la distancia no es el olvido si tienes ganas y amor.

No dirá que tiene miedo a volar, ¿no?

Nunca hubiera dicho que iba a tener miedo a volar porque me encantaba y me encanta hacerlo pero como he tenido tantos sustos cada vez que aterrizas en Bilbao y hay ciclogénesis dices 'la próxima vez me voy a Sevilla en coche'. Reconozco que lo paso muy mal cuando se mueve el avión. He leído y me sigo leyendo libros sobre estas cosas que te explican que las turbulencias no son peligrosas y tal pero, cuando se mueve, te cagas.

A usted el 'a mí me daban dos' se le cumplió a pies juntillas ¿no?

En el momento que te dicen que vienen mellizos te da susto, miedo... Pero ocho horas después, a la noche, ya fue una felicidad inmensa. Mi mujer y yo siempre decimos que tenemos que dar gracias a la vida por muchas cosas y una de ellas sin duda es por haber tenido mellizos. Son niño y niña, cada uno te aporta su cosa, para mí son mi vida, mataría por ellos evidentemente. Daría todo lo que tengo por mis hijos y sí que es verdad que es una suerte tener mellizos. Se lo recomiendo a cualquiera que le vengan. Al principio los primeros meses son para suicidarte y es todo doble con lo que supone de gasto y esfuerzo pero en cuanto empiezan a llegar al año empiezas a salir adelante y disfrutar.

¿Le gustaría que fueran deportistas de élite?

No. Tajante. No. Si tengo que elegir entre que sean deportistas de élite o que sean como su padre, un deportista normal que ha sido muy feliz en la mediocridad y en los amigos y que ha tenido la suerte de estudiar una carrera, lo tengo muy claro. Me quedo con lo segundo. No conozco ni un padre de deportista de élite que sea feliz. La mayoría están amargados, viven para ver lo que dice la prensa cada semana de sus hijos... Y si tu hijo juega en el Ariznabarra en Preferente como tú comprenderás no estás pendiente de lo que dice el periódico de él. La felicidad no es estar en la élite.

¿Con que 'VIP' no ha podido resistirse a hacerse una foto?

De chicos, Beckham. Lo conocí en Londres y no es como la gente se piensa. Es un tío con una educación increíble, un profesional intachable y una persona que merece la pena. Y de chicas me acuerdo que me saqué una en el aeropuerto de Madrid con Elsa Pataky, porque me encantaba y me encanta. Me parece una monada. Nos la sacó su guardaespaldas y parecíamos el punto y la i pero después la he perdido así que no puedo enseñarla.

Con la cantidad de comidas de trabajo que tiene, ¿no le han tentado de la Guía Michelin para hacer de crítico?

Me gusta mucho comer en casa pero también me gusta salir porque siempre te aporta algo probar cosas nuevas. No tengo buen paladar para el vino ni para el alcohol porque no lo pruebo pero sí creo que lo tengo para la comida. Y me gusta probar cosas y diferentes estilos y cocinas.

¿Recomiéndenos tres restaurantes?

En Vitoria desde luego La cocina de Plágaro. No sólo por la comida sino por el trato exquisito que tienen con todo el mundo y porque me parece una familia asombrosa y digna de elogiar. También el Kate Zaharra en Bilbao, que está en una colina desde la que divisas toda la ciudad (aunque hay que ir con la cartera preparada). Y a nivel internacional hay un japonés en Londres que me gusta mucho.

Apenas se ha estrenado en las redes sociales. ¿Por qué?

Para mí suponen muchas cosas buenas pero también no puedo entender cómo, por ejemplo, estoy comiendo con mi mujer y mis hijos y cuelgo una foto contándolo. Para mí eso pertenece a la privacidad. Me parece un poco egocentrismo. Sé que lo hace un montón de gente y lo respeto pero no lo comparto. Twitter lo abrí para ver de qué iba y para, por ejemplo, como me gusta Buenafuente o Jordi Évole, ver qué decían. Además, tengo dos hijos de catorce años y veo que amigos meten fotos en bañador y tal y ya me preocupo como padre, no lo soporto... Sinceramente le veo muchas pegas a todo lo que es redes sociales, porque cuando nosotros teníamos catorce años nos relacionábamos en la calle y no hacía falta Facebook, Twitter ni Whatsapp. Sinceramente creo que las generaciones actuales van a ser mucho más infelices que la nuestra.

Tal como está el patio, ¿muchos políticos necesitarían un buen agente?

Mira, este es un tema que realmente me apasiona. No el tema de la política sino que los políticos han conseguido algo realmente muy difícil, que los ciudadanos no creamos en ellos. Tienen un mérito increíble. Personalmente pienso que no se pueden hacer peor las cosas a nivel global en la política y lo peor que hay es que mis hijos de catorce años lo piensen. Esto es generar un descontento en la sociedad brutal, no hay más que casos de corrupción, de dinero por detrás, promesas que luego nadie cumple y se hace lo contrario... Es un tema en el que España debería mejorar mucho.

¿Y cuál es el camino?

Cuando era pequeño recuerdo que mis padres decían 'joé, es que el alcalde -Cuerda- es un tío honesto y honrado'. Siempre me he educado con esas dos palabras. Quizás los políticos tendrían que empezar a subir en los partidos a gente honesta y honrada, que realmente tenga vocación de ayudar al pueblo. La sensación que te da es que en lugar de servir al pueblo se sirven de él. Pienso que se tendría que empezar en los colegios y en las casas a reeducar los valores que nos han inculcado nuestros padres, que ahora, sin ninguna duda, no los hay en el 90% de las familias. Y a partir de ahí que la nueva clase política de dentro de 20 años, porque dentro de cinco va a ser imposible, tenga impregnados los valores de honradez, honestidad y amor hacia el pueblo, no al dinero.

¿Cuántas veces le han preguntado cómo es posible que los jugadores ganen tanto dinero con la cantidad de gente que las está pasando canutas?

Me parece que es verdad. Cuando la gente lo dice tiene razón. No puedes obviar la realidad. Los jugadores ganan muchísimo dinero, en consecuencia sus representantes también (por lo menos los que tienen ese tipo de jugadores) y sí que es verdad que por otro lado si gente como Cristiano o Messi ganan 13 ó 14 millones netos es porque los generan. Lo que ocurre es que también hay casos de jugadores que los ganan, quizás no los generan y luego sus equipos se endeudan porque no los pueden pagar. Se tendría que regular un poco todo eso.

¿Confía en los bancos o es de los que hace ya un hueco debajo del colchón?

Cuando uno madura y se va haciendo un poco mayor se da cuenta de lo engañado que nos ha tenido la sociedad. Cuando pedías un crédito casi te estaban haciendo un favor por concedértelo, tenías que tener avalistas, y los propios bancos han sido los que han hecho engordar todo el tema de la crisis. Ellos también son culpables de todo lo que ha pasado. O, más que los bancos, sus dueños. Porque el pobre banquero que está trabajando en una oficina hace lo que le mandan y no tiene culpa de nada. Pero es algo que no me gusta nada. Por ponerte un ejemplo, no me gusta ni ir a una oficina a sacar o meter dinero. Lo odio. Nunca me ha apetecido ir ahí porque no soporto lo que nos han engañado.

Dicen que no hay quien se le resista en una mesa con cartas...

Me gusta mucho una partida de mus jugándote el café, me parece que es divertidísimo, alguna vez juego al famoso texas holden, muchas veces he jugado a la potxa y me lo he pasado bien... La verdad es que me gustaría jugar más de lo que juego, que es casi nada, pero de vez en cuando una partida con los amigos me parece que es una terapia alucinante. Las risas y el vacile que hay no se pagan con dinero y me parece que tendría que estar casi, casi institucionalizado.

He dejado esta pregunta para el final por si se enfadaba. ¿Cuál es su presupuesto mensual en gomina?

Mira, me compra mi mujer unos botes en una peluquería y no sé ni lo que valen. Ahí estoy como Zapatero con el cortado. No tengo ni idea. Son unos botes que tienen menos de 100 ml. para poder llevar en los aviones y sí que es verdad que raro es el día que me puedas ver sin gomina.

¿Va a quedar con Scariolo para compartir experiencias al respecto?

No lo conozco y me gustaría hacerlo porque le admiro hace muchos años. Me gusta como entrenador, me cae bien como persona, es un tío con una cultura acojonante, recuerdo hace más de diez años que ya hablaba cinco idiomas y seguía estudiando....