Dos aficionados del Sevilla resultaron heridos y varios seguidores tanto del Granada como del conjunto hispalense fueron retenidos en los enfrentamientos que se produjeron entre radicales de ambos equipos horas antes del encuentro en el estadio Nuevo Los Cármenes. Los incidentes se produjeron en un bar cercano al estadio, que terminó con cuantiosos daños materiales, debido al enfrentamiento entre decenas de integrantes de los grupos más radicales de ambos conjuntos. Los incidentes, que obligaron a intervenir a la Policía Nacional, se produjeron varias horas antes del inicio del choque, sin que posteriormente se repitieran nuevos enfrentamientos. El Granada-Sevilla fue declarado partido de alto riego.