EIBAR. Fue a primeros de octubre de 2011 cuando Mikel Idoate debutó en el Cuatro y Medio de Primera después de alzarse con la txapela de Segunda el curso anterior y tuvo que enfrentarse a Ekaitz Saralegi en el Astelena de Eibar. El delantero amezketarra no defraudó y doblegó al txantrearra en poco más de cuarenta minutos de juego y 251 pelotazos. Enseñó al delantero navarro, que por entonces militaba en las filas de Aspe, que jugar con los de arriba tiene muchas dificultades, que encontrarse con especialista como él, aunque no tenga el nombre de otros, supone abrazarse al sufrimiento. Ekaitz terminó quince tantos y brilló en ataque. Contaba ayer en la cancha eibarresa, en la elección de material a la que estuvo citado junto a su adversario para la eliminatoria del domingo, el puntillero guipuzcoano que las cosas han cambiado mucho, que el de la Txantrea ya no es el mismo. "Han pasado dos años y él ha crecido como pelotari", afirma el de Amezketa, cuya principal virtud es la de recurrir a la escuadra y el cartabón con la izquierda después de barajar el tanto con la derecha. Y está en vena. Pero no se fía. De hecho, en las apuestas, Idoate parte con ligera ventaja, aunque como dicen los pelotaris el dinero no es el que gana los partidos.
Lo que sí los gana son los remates. Y Ekaitz es un artista, pero se mide a un Idoate que ha mejorado también su ya de por sí alegre fondo físico. "Mikel es un portento físico, hace partidos duros y aguanta bien. Yo intentaré terminar los tantos y arriesgar. Un partido largo no me beneficia para nada", relata el delantero de Gipuzkoa, que después de la elección de material estuvo ejercitándose junto a un reputado especialista en la 'jaula' Mikel Olaetxea, y agrega que "es un pelotari rocoso, anda muy bien en defensa, en los partidos largos, y ahora remata bien. Este último año ha ido para arriba. Será un partido muy difícil para mí, pero intentaré ganar". Es la anatomía de un partido crucial. "Quizás sea el partido más importante de mi carrera, eso está claro", explica el de Amezketa, quien añade que "el primer partido era muy importante para mí y gané, contra Titín también gané y pude entrar en la liguilla. Por suerte estoy vivo hasta el último partido. Hay un premio muy importante para el que gane y ojalá que ganemos". Así, la idea de Saralegi, según cuenta, es la de acabar "lo antes posible". Es decir, jugar de modo honesto a su festín diario de ganchos y remates de aire. Dará lustro a su zurda, eso seguro.
Enfrente, Idoate es un contrincante durísimo y puso contra las cuerdas a Oinatz Bengoetxea, finalista el año pasado y campeón manomanista, el domingo pasado en un partidazo en el frontón eibartarra, cosa que le rondó por la cabeza hasta el lunes. "Sí que le di vueltas a la cabeza el domingo y el lunes, pero ya estoy bien, solo pienso en jugar el domingo y pelear para ganar", confiesa. Así las cosas, después de la derrota 22-20 contra el leitzarra, Mikel ya dio muestras del respeto que tiene a un delantero como el de Amezketa y ayer lo reiteró: "Me ha ganado muchísimas veces. Es un pelotari que todo lo que tiene lo ha conseguido él solo, nadie le ha regalado nada. Ha hecho un campeonato espectacular, ha jugado partidos muy buenos y ha demostrado que está con muchísimo juego y confianza. Sé que lo tengo difícil, pero el premio es muy importante y merece la pena intentarlo". De este modo, tiene claro el joven navarro de Asegarce que "el partido que más me beneficia es el que llego a 22 antes que él. Si es duro, sufriremos; y si es corto, habrá que amoldarse". "Ekaitz es un rematador y no se va a quedar un partido sin hacer seis o siete tantos como mínimo. Hay que estar atento a rematar yo. Tendré que defenderle y tratar de que no esté cómodo", concreta.
Así las cosas, el delantero de Amezketa se decantó por pelotas 104,2 y 104,6 e Idoate, por dos de 106,4 y 104,1 gramos. "Son pelotas bastante parecidas, excepto una de Mikel que tiene algo más de bote", anunciaron.