BARCELONA Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi (Song, min.88), Iniesta (Cesc, min.78); Alexis, Messi y Neymar (Pedro, min.85).
MILAN Abbiati; Abate, Zapata, Mexès, Emanuelson; Poli (Birsa, min.74), Montolivo, De Jong, Muntari; Kaká (Matri, min.84); y Robinho (Balotelli, descanso).
Goles 1-0 Min.30, Messi, de penalti. 2-0
Min.40, Busquets. 2-1 Min.45, Piqué (p.p).
3-1 Min.83, Messi.
Árbitro Milorad Mazic (SRB). Amonestó al local Alexis (61) y a los visitantes Abate (29), Muntari (31) y De Jong (55).
Estadio Camp Nou, 80.517 espectadores.
Barcelona. El Barça ganó al Milan en un partido lleno de altibajos en el que no pudo cerrar el debate abierto sobre su juego, que no sobre sus resultados, pese a que Leo Messi, con su doblete, acabó con la mala racha de cuatro partidos sin marcar. Los blaugrana ya están en octavos y solo les falta un empate para acabar primeros de grupo.
La victoria ante un Milan en crisis no fue contundente. El Barça salió a comerse el mundo, quizá con la voluntad de silenciar los rinconcitos en los que Martino ve que se crea la supuesta crisis blaugrana, pero su juego cayó en cierta parsimonia que no acabó hasta que, en el minuto 30, Messi acabó con su racha de cuatro partidos sin marcar al transformar un penalti sobre Neymar con disparo centrado y duro. También a balón parado llegó el segundo, obra de Busquets al rematar con un buen testarazo una falta servida por Xavi.
No obstante, el gol afortunado del Milan, con Piqué introduciendo el balón en su portería al querer cortar un centro atrás de Kaká, afectó al Barça.
El descanso no tuvo el efecto deseado por los culés, y tras la reanudación el Barça no pudo subir una marcha y, en cambio, el Milan estiró líneas y con ello tuvo mejores y más ocasiones de gol, sobre todo en botas del recién entrado Mario Balotelli. A cambio, aparecieron más espacios a la espalda de la defensa milanista.
Martino desde la banda vio que había que mover ficha. Antes de dar entrada a Cesc por Iniesta, ya mandó a los suyos arriba y, pese a no tener claro si jugar directo o a través del toque, lo hicieron. Una vez más, Neymar tuvo el gol en sus botas tras una buena jugada en que se fue de tres defensas por su izquierda, centrándose, pero llegó cansado al momento de armar la pierna, y la envió alta y desviada. Alexis, tras pared con Messi, obligó a Abbiati a lucirse.
Esta reacción agradó y tranquilizó, sobre todo a los propios jugadores. Además, el Milan perdió fuelle, y el Barça cerró el partido, ahora sí, fiel a su estilo y con Messi cerrando el marcador con un gol con su sello. Fin del debate sobre él al menos por unos días.