parís. Novak Djokovic está cumpliendo su promesa. Aseguró que iba a luchar por acabar el año como número 1 del mundo y a fe que lo está cumpliendo. El tenista serbio encadenó en París-Bercy su tercer triunfo consecutivo y mantiene la pugna con Rafa Nadal, pese a que el balear tiene todos los pronunciamientos a su favor. Más que nada porque en la Copa de Maestros solo puede sumar y, sin embargo, Djokovic tiene que defender todos los puntos tras ganar el año pasado los cinco partidos que disputó en el O2 Arena de Londres. Por eso, si Nadal gana dos partidos, acabará el año en la cima del ranking. Si no es así, Nole tendrá que ser campeón y, además, ganar la Copa Davis para arrebatar la plaza al otro gran dominador de la temporada.
Porque Djokovic, que tiene la sensación de estar jugando su mejor tenis del curso, sumó ayer su decimoséptima victoria consecutiva, su sexto título de 2013, el tercero consecutivo tras Pekín y Shangai, su segundo triunfo en la pista cubierta de París tras el que ganó en 2009 y el decimosexto Masters 1000 de su carrera. La victoria cayó de su lado como pudo caer del lado de un David Ferrer al que le faltó rematar la faena para sumar su segundo Masters 1000 y reeditar su victoria de 2012.
Pocas veces se ve un desarrollo simétrico de una final. El alicantino dominó los dos sets por 5-4 y servicio y en los dos cayó por 7-5 y cedió su séptima final seguida en un año que solo le ha sonreído en Auckland y Buenos Aires, aún en invierno. Ferrer hizo todo lo que tenía que hacer, menos ganar. Corrió todo lo que pudo y más, hizo correr a Djokovic tanto o más con su golpe de derecha, forzó los errores del serbio, pero careció de pegada para definir sus oportunidades. Cuando Novak Djokovic, tras un partido irregular, se vio contra las cuerdas en los dos parciales, metió esa marcha más que solo tienen él y Nadal. Por eso, ambos mandan en el ranking con más de 5.000 puntos de ventaja sobre el tercero, que es Ferrer.
aprovechar la oportunidad El de Belgrado cerró los dos sets con una precisión quirúrgica, sin dar ni una opción a la reacción de su rival que para cuando quiso darse cuenta ya veía a Djokovic levantar el peculiar trofeo parisino. "Creo que en los momentos importantes he sabido ser paciente y le he obligado a arriesgar y es ahí donde ha cometido fallos. Me ha dado la oportunidad y la he aprovechado", afirmó el número dos mundial tras elevar su balance del año a 67 victorias y solo 9 derrotas.
El curso en el circuito de la ATP se corre en Londres donde hoy arranca la Copa de Maestros. Tomas Berdych contra Stanislas Wawrinka, por un lado, y Juan Martín Del Potro contra Richard Gasquet, por otro, abrirán la cita londinense en la que mañana se estrenarán los cuatro semifinalistas en París-Bercy en idénticos emparejamientos. Novak Djokovic es el favorito para repetir título, aunque eso probablemente no le servirá para regresar al número 1 del mundo. "Vuelvo a confiar en mí, me divierto jugando", avisó.