vitoria. Tras unas últimas semanas repletas de tensión en unas negociaciones donde nadie quería dar su brazo a torcer, el agrio conflicto entre el Baskonia y EITB ha desembocado en un final feliz. Después de que, por primera vez en mucho tiempo, los aficionados azulgranas no pudiesen presenciar a través del canal público el duelo de la segunda jornada de la Euroliga ante el Panathinaikos en Chipre, las relaciones se han reconducido hasta tal punto que ambas partes han cerrado un acuerdo de larga duración que coincidirá con el final de la actual legislatura del PNV al frente del Gobierno Vasco.

Josean Querejeta y Maite Iturbe, directora general de Euskal Irrati Telebista, cerraron los últimos flecos de una entente por la cual EITB se hace con los derechos de emisión de los partidos que el Laboral Kutxa dispute en la máxima competición durante los próximos tres años. O, lo que es lo mismo, hasta el final de la temporada 2015-16. El encuentro de hoy ante el Lietuvos Rytas ya podrá seguirse por el primer canal a partir de las 18.45 horas.

La fumata blanca se produce justo varios días después de que el inquilino del Fernando Buesa Arena criticara lo que, a su juicio, consideraba "un desapego" del ente público vasco y del propio lehendakari Urkullu hacia el proyecto de un club que viene disputando la Euroliga de forma ininterrumpida desde la campaña 1998-99. Lo chocante del asunto es que el Baskonia declinó en la jornada de ayer hacer público el montante económico del acuerdo. Sin embargo, días atrás reveló con pelos y señales el dinero exacto que había ingresado durante el pasado ejercicio. Querejeta denunció que el canal autonómico únicamente ofrecía ahora 250.000 euros para la adquisición de los derechos de emisión, una cantidad muy alejada de "los 550.000 con un acuerdo global" que, según el dirigente guipuzcoano, venía percibiendo hasta la fecha. Fuentes cercanas al proceso destacaron ayer a este periódico "la influencia decisiva" del lehendakari para la rúbrica del pacto.