vigo. Las ganas y la valentía del Celta no fueron suficientes para frenar a un Barcelona que continúa firme al frente de la clasificación liguera con diez triunfos y un empate en las once primeras jornadas. Martino mantuvo su decidida política de rotaciones y aún debió acentuarla por la temprana lesión de Adriano -en la imagen junto a Rafinha-. Alexis y Cesc, por dos veces, fueron los verdugos del conjunto gallego, que no tuvo más remedio que ir resignándose y bajando los brazos a medida que sufría la contundente pegada culé. Foto: efe