vitoria. La historia de Livia López es la de un amor incondicional a la canasta, con la que mantiene "una deuda eterna" según ella misma confiesa. Jugadora en diferentes categorías durante más de dos décadas, en 2001 afrontó el reto con "un grupo de amigas de toda la vida" de crear el Abaroa -"un año antes habíamos dejado el Araba y estuvimos una temporada jugando al fútbol sala", recuerda- y dirigirlo mientras aún seguía en activo sobre el parqué. En 2009 tuvo que rendirse a la evidencia de que no podía compatibilizar ambas funciones y colgó las zapatillas pero rápidamente el reto se complicó con el nacimiento del Araski tras la fusión con el UPV Álava. Productora del exitoso programa de televisión El Conquistador del fin del mundo en su vida profesional, en su otra faceta -"a la que dedico más horas que al trabajo"- es también la conseguidora a la que recurren todos. Y es que si en la pista era la encargada "del trabajo oscuro tan importante dentro de cualquier equipo" (como la definió la entrenadora Madelén Urieta en el momento de su retirada) fuera de ella su importancia en este rol es aún mayor.