Bilbao. Vestido de azul, algo extraño en sus últimos años en los frontones, Titín III aterrizaba en la presentación del Cuatro y Medio el miércoles pasado con una sonrisa en los labios. Bromeaba el de Tricio y regalaba buen humor. Sabía que era su última participación en la 'jaula'. Unos días después, desde la Liga de Empresas salió a la luz que el caracolero comenzaría su penúltimo reto en el profesionalismo antes de la retirada en el Adarraga de Logroño, frente a Ekaitz Saralegi, quien venció en la primera fase al vizcaino Mikel Urrutikoetxa. Titín III afronta este domingo ante su gente su partido 61 en el acotado, con un récord de 34 victorias, y el inicio de algo más, de su última participación en una distancia que le guardó dos asientos de honor en su historia: con la final de 1997 ante Retegi y con la final que ganó en 2007 a Barriola, con 38 años y unos días después del fallecimiento de su padre.
"Llego a este Cuatro y Medio con mucha ilusión, nervios por saber cómo estaré en una modalidad muy complicada, ganas e incertidumbre", desvela el delantero riojano, quien hace hincapié en la "ilusión" por ser "una de mis últimas competiciones en Primera y mi último acotado". Titín III analiza además que hasta ahora no ha tenido ningún contratiempo a la hora de ejercitarse para preparar la competición. Y es que, la 'jaula' es exigente para el físico de los pelotaris, no acostumbrados a medirse en distancias tan cortas, lo que implica que los desplazamientos sean rápidos y muy explosivos en el movimiento hacia el txoko y el ancho. "Todo va por el camino que habíamos previsto, he tenido el tiempo suficiente para preparar el torneo y hacer entrenamientos en la distancia. Además, este año hemos comenzado una semana más tarde, por lo que hemos podido ejercitarnos con más tranquilidad para una modalidad muy compleja", confirma el delantero de Tricio.
Lo que sí es seguro es que el corazón se acelerará cuando salga al Adarraga. "Parece que después de tanto tiempo tienes que sentir cada vez menos tiempo, pero parece que es al revés, que te entran cada vez más, sobre todo por comprobar cómo estás. Aun así, aunque haya nervios, desaparecerán cuando caliente un poco", cuenta el de Tricio. Los que no bajarán el pie del acelerador serán los aficionados riojanos presentes en la cancha logroñesa, porque "puede ser mi último partido". "A pesar de todo saldré a disfrutar. Hay nervios, sí; pero también ganas de disfrutar e intentaré hacerlo", confirma el puntillero.
Enfrente estará Saralegi, a quien pudo ver el viernes contra Urrutikoetxea. "Por todo lo que había hecho hasta ahora, podíamos ver a Mikel como favorito a la victoria, pero esto es el individual, esto es otra cosa y aquí juega todo el mundo un montón", revela Augusto, que sostiene que la mayor virtud del amezketarra fue "llevar a Urruti a su terreno". Ekaitz, un delantero travieso, que con el aire disfruta, quizás el último especialista, impuso su ley en Balmaseda, también porque "con la derecha jugó mucho". "Parece que el arma que tiene Saralegi es la del aire, la del remate, pero se le ve con confianza suficiente para castigar con la derecha. Cruzó muy bien la pelota y gozó", afirma Titín.
debate cerca del frontis Con dos apóstoles del espectáculo cerca del frontis, el Adarraga vivirá un partido de delanteros. "Somos dos pelotaris que nuestra forma de jugar es la de echar un paso hacia adelante para pelear y nos es más difícil jugar a bote", cuenta el manista de Tricio, quien agrega que "es nuestro arma principal y tendremos que ser fieles a nuestro estilo. Siempre das vueltas a qué pelotari te enfrentas y cuál te viene mejor o peor, pero hay que ser independiente y realizar el juego que llevas a cabo siempre".