vitoria. El Escor pagó ayer en Belgrado la novatada en su estreno dentro de la Continental Cup. Los discípulos de Ramón Barón sucumbieron (4-1) ante el CSKA búlgaro tras un duelo que dejó un amargo sabor de boca en la expedición alavesa. El Bipolo acudía a la cita con optimismo, sabedor de sus limitaciones pero con ganas de demostrar su nivel en el hielo del Pionir Hall. Sin embargo, quizás por ser el debut del club en competición europea y por la falta de experiencia en este tipo de eventos, el equipo no supo desarrollar su juego y pagó muy caro varios despistes y fallos defensivos, que un eficaz adversario no perdonó con dos postreros goles en superioridad numérica.
El eficaz guardameta búlgaro, Konstantin Mihaylov, excelso durante la tarde de ayer, fue un muro para los jugadores del conjunto vitoriano, que también vieron cómo la mala suerte jugaba en contra de sus intereses en plena remontada con tres lanzamientos a los postes. El Escor se sintió impotente a la hora de crear juego de ataque después de que Adrián Sosa pusiera el momentáneo 1-1 en el marcador.
Sin embargo, cualquier fallo en la construcción ofensiva dio lugar a claras ocasiones de gol al contraataque para el CSKA, lo que hizo que Ander Alcaine tuviera que multiplicar su actividad defendiendo la portería. El rigor táctico del cuadro entrenado por Kiril Hodulov y el buen hacer de su portero evitaron que el Bipolo acortara distancias en el marcador. Ahora toca pasar página, aprender de los errores tácticos cometidos y mejorar estos aspectos claves de cara al vital encuentro de hoy (16.00 horas) ante el potente Viiking Tallinn de Estonia. El margen de error ya no existe.