ESPAÑA Rubio (2), Calderón (4), Fernández (17), Claver (3), Gasol (19) -cinco inicial- Rodríguez (11), Llull (6), San Emeterio (5), Mumbrú, Aguilar (3) y Rey (2).
FRANCIA Parker (32), Gelabale (7), Batum (3), Diaw (8), Ajinca (3) -cinco inicial- Diot (10), De Colo (3), Kahudi, Pietrus (5), Petro (2) y Lauvergne (2).
Parciales 18-14, 16-6, 15-23, 16-22 (65-65); prórroga: 7-10.
Árbitros Belosevic (SRB), Latisevs (LET) y Javor (ESL). Eliminaron por faltas personales a Diaw (min. 42).
Pabellón Stozice Arena,.
Ljubljana. La selección francesa rompió el sueño español de sumar una tercera medalla de oro consecutiva, al ganar en la prórroga gracias a un Tony Parker genial y autor de 32 puntos. España dominó con claridad en la primera parte, pero se dejó alcanzar por su oponente tras el descanso. En el cara o cruz de la prórroga salió Parker y, a la novena, Francia pudo cantar una victoria que le clasifica para jugar la final ante Lituania y relega a España a luchar por una medalla de bronce que sabe a poco.
Ricky y Claver comenzaron el partido antes que el resto, porque en treinta segundos ya habían anotado el 4-0 para la selección española. Claro que en cuanto se enteró Tony Parker, comenzó a anotar de forma compulsiva, hasta el punto de que en el minuto cinco el resultado era de España, 8 - Parker, 8.
El equipo español no quiso obsesionarse con la defensa del base francés de la NBA, misión encargada a Ricky, a Calderón y a Llull de forma sucesiva. Parker es un jugador muy talentoso, pero acapara tanto el balón que sus compañeros acaban por salirse del partido.
Al final del primer cuarto, 18-14 y buenas sensaciones, alley-oop entre el Sergio Rodríguez y Rudy incluido. Con empate a 18 a los pocos segundos de la reanudación del juego, Parker se tuvo que tomar un descanso, mientras que España dejaba correr la magia del Chacho por toda la pista. El resultado fue un parcial de 11-0 en los casi cinco minutos que duró la ausencia del director de San Antonio Spurs en la NBA.
La selección española estaba alcanzando la velocidad de crucero en su juego, con una buena defensa y un ataque liderado por Marc Gasol pero en el que todos sumaban. Boris Diaw perdió la cabeza y cometió una falta antideportiva, consecuencia de la frustración, sobre Llull, que subió el 34-20 con el que los dos equipos se fueron al vestuario.
Los catorce puntos de ventaja, la máxima hasta el momento, era importante, pero aún más decisivio parecía que el equipo francés se estaba desquiciando y que únicamente Parker (14 puntos) podía ver aro con relativa fluidez.
La tela de araña del equipo español estaba atrapando, de nuevo, las ansias de victoria de los franceses sobre su vecino del sur. Ni la dureza de la defensa gala estaba consiguiendo nada, ante una selección española centrada, seria, eficaz, paciente y decisiva.
Francia, optó claramente por dar otra vuelta de tuerca a su defensa, endureciendo más su línea de choque, nunca mejor dicho. En cuatro minutos y medio, la ventaja se redujo a 6 puntos, 35-29.
La defensa en zona de los galos y dos triples seguidos de Gelabale y Parker estrecharon el marcador. Los galos acabaron ganando el tercer cuarto dejando el marcador en un incierto 49-43.
La guerra derivó hacia el triple. Diaw acortó distancias con uno y Chacho y Rudy respondieron con el mismo arma, 58-51 (min.34). El baloncesto subterráneo de los franceses volvió a primer línea y Parker subió el empate a 61 a falta de 3.20 minutos. Cada canasta, cada punto, fue contrarrestado por el rival hasta que, en los últimos instantes, Parker recibió un tapón de Rudy y Calderón no acertó con un triple final. El empate a 65 dio paso a la prórroga.
En el cara o cruz de los cinco minutos adicionales, el equipo español perdió la velocidad en ataque y el cansancio determinó que no hubiera buenas decisiones. Francia tuvo más suerte y ganó. Por eso jugará la final.