primera división 3ª jornada

Un pacificador como comandante

Carlo Ancelotti, técnico experimentado donde los haya, ha impuesto su ley en la caseta blanca

a. aramendia

madrid

cUANDO el particular látigo de Jose Mourinho dejó de golpear sobre las endiosadas siluetas de los jugadores del Real Madrid, el vestuario blanco respiró tranquilo. El luso abandonó la nave blanca el pasado mes de junio y, entonces, un futuro ameno floreció en el enloquecido entorno madridista. Enfrentado con su compatriota Pepe, después de que este defendiera públicamente a Iker Casillas -junto con Cristiano Ronaldo, otro de los supuestos enemigos confesos del técnico portugués-, Mourinho se despidió de Chamartín y entregó el testigo a Carlo Ancelotti, a quien en cuestión de horas, minutos mejor dicho, colgaron el sobrenombre de El pacificador.

Con el italiano jugarían los buenos. Los mejores. Sin filias ni fobias que condicionasen decisiones en lo relativo a la gestión del grupo y las alineaciones. Y eso ha sucedido, pero no del modo que muchos auguraron. Desde que la temporada echó a andar, los elegidos para defender el escudo del Real Madrid en cada partido responden a las necesidades que atisba el italiano. Pero eso, cuando significa seguir relegando a la suplencia a Iker Casillas -hoy vuelve a ser suplente ante el Athletic-, no ha sido tan bien visto desde distintos puntos mediáticos de la siempre exigente capital.

El pacificador, exentrenador de equipos de la talla de la Juventus, Milan, Chelsea y Paris Saint Germain, ya no es tan pacificador. Ahora es un comandante con carácter suficiente para operar en función de sus convicciones. A las suplencias de Casillas se han unido las de Carvajal, señalado por la prensa estatal para mandar al ostracismo a Álvaro Arbeloa; y la pérdida de peso en el equipo de dos internacionales como Mesut Özil y Ángel di María.

El primero se ha visto sobrepasado por la llegada del huracán Isco, mientras que el argentino, defendido en la mesa de negociaciones por el mismísimo Cristiano Ronaldo, apenas ha disfrutado de titularidades desde el inicio de la pretemporada. Y es que Ancelotti, con una dilatada experiencia en los banquillos a sus espaldas, no se ha casado con nadie en la caseta blanca.

a la espera de bale Así las cosas, con una idea de juego sensiblemente alejada de la impulsada por su predecesor en el cargo, el técnico italiano ha dibujado un equipo a su gusto y al que solo le falta la guinda que supondrá la inminente llegada de Gareth Bale. El galés, sin embargo, con su contrato con el club de Chamartín ya perfilado e incluso firmado, no llegará a tiempo para el encuentro de esta mañana (12.00 horas) ante el Athletic, sobre cuyo peligro avisó ayer el propio Ancelotti al afirmar que "no será un partido fácil". "Ganaron los dos primeros partidos y conozco bien a su entrenador: es serio y profesional, por lo que tendremos que jugar con mucha intensidad para ganar". Dos de los cinco equipos que han firmado sendas victorias en los dos primeros duelos del curso -ninguno con excesiva holgura- se verán las caras. Sólo uno, en el mejor de los casos, podrá seguir invicto.

Carlo Ancelotti ha apaciguado los ánimos en el vestuario blanco sin dejar de lado sus dotes de líder. Foto: efe

"Ante el Athletic no será fácil; conozco muy bien a su entrenador, es serio y profesional", subraya Ancelotti