barcelona. El entrenador del Barcelona, Gerardo Tata Martino, ha conquistado su primer título como técnico barcelonista tras aterrizar precipitadamente en Barcelona y el fútbol europeo a finales de julio, y se estrena con una Supercopa de España a la que llegó como un paracaidista tras el éxito de sus jugadores y compañeros de staff en la pasada Liga. Lo cierto es que Martino supo tocar las teclas adecuadas en la ida, en el Vicente Calderón, para cambiar el rumbo de un partido que tenían cuesta arriba con 1-0 para los de Diego Pablo Simeone y sin facilidad para encontrar portería. El argentino dio entrada a Neymar, su revulsivo preferido en este inicio de temporada, y dio en el clavo pues la joven perla brasileña consiguió el empate.
El miércoles, en la nueva casa futbolística que es para él un Camp Nou que tiene al lado del hotel donde reside temporalmente, volvió a superar a los colchoneros y a continuar con la buena línea de resultados y juego para amarrar una Supercopa que se había escapado el pasado año a costa del eterno rival, el Real Madrid.
Con este triunfo, son cuatro de las últimas cinco Supercopas las que se ha llevado el Barcelona, pese a los cambios en el banquillo por salidas buscadas o indeseadas de sus ocupantes. Tras coger el timón por la obligada renuncia de Tito Vilanova, Martino ya sabe lo que es ganar en un lugar en que está obligado.
Eso sí, él mismo se quita mérito, consciente de que este título lo ha peleado pero no se ha ganado el estar en esta lucha. "En realidad participo de algo que yo no generé. Fueron ellos la temporada pasada y yo, como una paracaidista, caigo aquí para jugar la final y poder ganar un título. Si hubiese sido yo el entrenador el año pasado, lo interpretaría de otra manera", indicó.
Lo ha conseguido, y a buen seguro que le servirá para respirar más tranquilo en su intento de volver a las raíces de un Barça ganador, el que se consolidó con Guardiola en sus primeros años en base a la presión agobiante al rival y a no dar un balón por perdido. Se ven muestras de ello, pese al tosco partido en Málaga (0-1), por lo que todavía tiene un largo camino por delante, que afronta ya como supercampeón y la esperanza de emular a Pep y Tito.