vitoria. "Demasiado rápido, demasiado rápido", le comentaba Lewis Hamilton a Sebastian Vettel, momentos antes de subir al podio del Gran Premio de Bélgica. Un sentimiento compartido por el resto de la parrilla. El piloto alemán y su Red Bull están a otro nivel, tienen otro ritmo. Los grandes dominadores del Mundial volvieron a demostrar en el circuito de Spa-Francorchamp su gran superioridad. Seb consiguió el liderato después de la primera curva y ya nadie pudo hacerle sombra. Además, el tricampeón del mundo ve más cerca el entorchado, después de que su inmediato perseguidor antes de la carrera, Kimi Raikonen, abandonara por unos problemas en los frenos. El que sigue soñando con la remontada es Fernando Alonso. El asturiano, segundo en el trazado belga y, ahora, en la clasificación general, realizó una de las mejores carreras de su trayectoria y a pesar de salir en la novena posición, fue rebasando a sus rivales sin compasión hasta llegar a colocarse a la estela de Vettel. Pero este iba "demasiado rápido".
Hamilton volvió a repetir la tónica de las últimas cuatro carreras al salir desde la pole. El británico sabía que era prácticamente imposible ganar, sin embargo, se aferraba a lo ocurrido en Hungría, donde consiguió la victoria tras salir desde la primera posición. Pero Vettel hizo trizas ese sueño en un abrir y cerrar de ojos. El alemán adelantó al piloto de Mercedes después de la primera curva y rápidamente puso pies en polvorosa. En ese momento empezó su monólogo. El tricampeón del mundo ya no tenía rivales y comenzó con su habitual ritual: cuidar los neumáticos, controlar la distancia con sus perseguidores, vigilar todos los aspectos mecánicos de su bólido... Mientras, sus rivales oraban al dios de la lluvia, pidiéndole que descargara toda su furia contra el trazado de Spa, algo muy habitual en el circuito de Bélgica. Aun así, ayer hasta la climatología ayudaba a Vettel y los negros nubarrones que se vieron en el cielo durante toda la prueba, se quedaron ahí, estables y sin dejar caer ni una sola gota.
Con la climatología a su favor, solemnemente un Safety Car podía estropear su exhibición. Las estadísticas también estaban en contra del alemán -hay una probabilidad del 75% de que salga el coche de seguridad- pero el azar estaba a su favor. Solamente tres abandonos y un accidente ensombrecieron una carrera extremadamente limpia. Perfecta para los intereses de Vettel.
Remontada de Alonso Una lluvia que habría venido a las mil maravillas a Alonso para poner la guinda a su excepcional carrera. El sábado, el equipo de Ferrari volvió a sacar a relucir todas sus carencias a la hora de calificar y colocó al asturiano y a Felipe Massa en la novena y décima posición, respectivamente. Un lastre demasiado pesado a priori para poder acercarse al podio. Sin embargo, Fernando no se rinde nunca y tras una salida fantástica, llena de maniobras al límite y aprovechando cada milímetro de la famosa curva Eau Rouge, sorprendió a todos y se colocó quinto. Era un pequeño aperitivo de la gran exhibición que estaba por llegar.
Hamilton, Rosberg y Button luchaban por los cajones laterales del podio, el escalón más alto ya tenía un dueño asignado desde los primeros giros. Los dos Mercedes y el McLaren se batían en una guerra fría, sin atacarse mutuamente pero siempre amenazantes. Entonces, llegó Alonso y arrasó con todo. El piloto de Ferrari no dudo y convirtió la curva Eau Rouge en su particular coto de caza. Uno a uno, sus rivales acabaron sucumbiendo y vieron alejarse la estela roja del Cavallino Rampante del asturiano. Fernando, afianzado en la segunda posición, no se conformó y fue directo a por Vettel. En busca de culminar un milagro que antes de la carrera era una utopía. Pero el alemán tenía un as guardado en la manga, unos segundos extra que se reservaba por si alguien trataba de acabar con su hegemonía. Tras un par de vueltas rápidas consecutivas disipo todas las dudas y dejó a Alonso en tierra de nadie, demasiado lejos para inquietar al líder de la clasificación general y a un mundo de Hamilton, que acabaría tercero en la prueba y reconociendo la gran superioridad de sus oponentes, sobre todo de Vettel, que iba "demasiado rápido" para él y para todos.
Raikonen abandona Por su parte, la victoria no fue la única buena noticia para Vettel. Su más inmediato perseguidor, Raikonen, tuvo que decir adiós al circuito belga antes de tiempo. Los frenos de su Lotus se sobrecalentaron al inicio de la prueba y tras varias vueltas al límite, el finlandés decidió decir basta y abandonar. Con esta retirada, Kimi pone fin a su racha de 38 carreras consecutivas terminando, llegando a puntuar en las 28 últimas pruebas.
Tras no conseguir sumar en este Gran Premio, Raikonen baja hasta la cuarta posición de la clasificación general del Mundial. Asimismo, Alonso asciende hasta la segunda, a 46 puntos de Vettel, una distancia más que considerable pero que mantiene vivas las esperanzas del asturiano.
clasificaciones
Gran Premio de Bélgica
1. Sebastian Vettel (Red Bull) 1h.23:42,196
2. Fernando Alonso (Ferrari) a 16,869
3. Lewis Hamilton (Mercedes) a 27,734
4. Nico Rosberg (Mercedes) a 29,872
5. Mark Webber (Red Bull) a 33,845
6. Jenson Button (McLaren) a 40,794
7. Felipe Massa (Ferrari) a 53,922
8. Romain Grosjean (Lotus) a 55,846
9. Adrian Sutil (Force India) a 69,547
10. Daniel Ricciardo (Toro Rosso) a 73,470
Mundial de Pilotos
1. Sebastian Vettel (Red Bull) 197 puntos
2. Fernando Alonso (Ferrari) 151
3. Lewis Hamilton (Mercedes) 139
4. Kimi Raikkonen (Lotus) 134
5. Mark Webber (Red Bull) 115
Mundial de Constructores
1. Red Bull 312 puntos
2. Mercedes 235
3. Ferrari 218
4. Lotus 187
5. McLaren 65
Datos
l Promedio ganador: Los 220,817 kms/h de Vettel.
l Vuelta rápida: La 40 de Vettel, en 1:50,756 a 227,657 kms/h.
l Líderes: Vettel (de la 1 a la 44).
l Próxima carrera: Gran Premio de Italia, Monza, el 8 de septiembre.
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