Moscú. Un atleta español al frente de la ronda de calificación de longitud en alta competición es un suceso insólito que ayer se hizo realidad durante los Mundiales de Moscú gracias a un alicantino, Eusebio Cáceres, que con la insolencia de sus 21 años demostró abiertamente sus pretensiones de podio. Fue un visto y no visto. Se afirmó en cabecera de pista, tomó carrerilla, ajustó la batida a la tabla, despegó, disfrutó del vuelo y aterrizó 8,25 metros más allá en su primer salto. Se pedían 8,10, de modo que pudo recoger su mochila y regresar al hotel para pagar el déficit de sueño que había acumulado en una noche sin pegar ojo. "He tenido mucha suerte porque esta noche lo he pasado un poquito mal. Me estaba resfriando y no he podido dormir nada. Ha sido una suerte que pudiera clasificarme en el primer salto y marcharme. Tengo mucho sueño", comentó.

Solo tres atletas pudieron superar la marca de calificación. Además del alicantino, el subcampeón olímpico en Pekín 2008, el sudafricano Gorfrey Mokoena (8,16), y el ruso Alexander Menkov, que para Cáceres es, sin ninguna duda, el favorito para ganar la medalla de oro. "Para mí, Menkov sigue siendo el rival. Le he visto con una carrera corta y aún así ha saltado 8,11. En la final será otro cantar. Este año ha saltado varias veces por encima de 8,30 y aquí puede agarrar algún salto de 8,50", indicó Cáceres.

Tampoco descarta al tetracampeón mundial Dwight Phillips, aun cuando anda renqueante de una lesión. El estadounidense se metió en la final con 7,95, su mejor marca este año. "Se está escondiendo un poco, pero he oído decir que va a intentar su quinto título y seguro que va a dar guerra", dijo Cáceres.

El mexicano Luis Rivera, líder mundial del año con 8,46, tuvo que esperar al último salto para saber que estaba en la final. Había empezado con unos modestos 7,78, continuó con un nulo y se lo jugó todo a una carta en el tercero, que fue de 8,04. "Me siento muy feliz, estoy en la final", declaró el mexicano. "Ya sé que mi marca debió haber sido mejor, porque he saltado este año 8,46, pero estoy en la final y eso es lo que cuenta".

El campeón olímpico, K.O. Algo parecido le sucedió al griego Louis Tsátoumas, un hombre con marca personal de 8,66 que también tuvo que esperar al último intento (8,00) para ganarse una plaza en la final de mañana. Las rondas de calificación de longitud acostumbran a dejar víctimas ilustres. Ayer fue el campeón olímpico, el británico Greg Rutherford, que no pasó de 7,87 y, por dos centímetros, no estará en la lucha por las medallas.

Eusebio Cáceres, de 21 años, ejecuta su único salto de ayer. Foto: EFE