vitoria. Si no lo salva Usain Bolt, no lo salva nadie. El Mundial de atletismo que comienza mañana en el Estadio Luzhniki de Moscú se ha puesto en manos del fenómeno jamaicano para elevar un nivel que ha quedado muy tocado por las bajas de numerosas figuras, bien por las lesiones o por los escándalos de dopaje que han salpicado las últimas semanas y que han dejado como un solar el sector de velocidad. Sin Tyson Gay, cazado por los controles, y Yohan Blake, lesionado, Bolt se ha quedado sin sus más directos rivales en los sprints y todo lo que ocurra en cuanto a grandes marcas dependerá de él, de lo rápido que quiera correr. Porque las medallas de oro en los 100 y los 200 están garantizadas, salvo que haga alguna tontería como en el Mundial de 2011 en Daegu y sea descalificado.

En su condición de gran estrella del deporte mundial, Bolt lleva unos días en la capital de Rusia para participar en diversos actos promocionales y festivos que, promete, no le van a desviar de su objetivo. "Hace unos años podía salir por la noche y entrenarme al día siguiente. Ahora no. Necesito controlar mi entrenamiento. Tengo que meterme en baños de hielo. Los tomo tras el entrenamiento y duele, pero hago lo que tengo que hacer", ha dicho en Moscú. Además, una de sus ocupaciones, y de sus mentores, estos días ha sido transmitir la imagen de atleta limpio para desligarse del escándalo que ha sacudido a la isla caribeña con los positivos de Asafa Powell, Veronica Campbell y Sherron Simpson.

Se sabe que Usain Bolt reserva sus mejores galas para las grandes ocasiones, que no gasta en las reuniones menores. Suya, claro, es la mejor marca de todos los participantes en los 100 metros, pero esos 9,85 son un registro muy discreto para quien tiene el récord del mundo. Lo mismo ocurre con los 19.73 que le acompañan en los 200. Por detrás del jamaicano, Warren Weir, Jason Young, Justin Gatlin, James Dasaolu, Jimmy Vicaut, Churandy Martina o, incluso, Christophe Lamaitre deben andar cerca de las medallas.

fondo devaluado Las pruebas de medio fondo y fondo se han visto también muy tocadas por las ausencias ya que faltan, por ejemplo, los campeones olímpicos de 800 y 1500 metros, el keniano David Rudisha, autor de aquel fantástico récord del mundo en Londres, y Taufik Majloufi, respectivamente, o el gran Kenenisa Bekele, que no ha pasado el exigente corte de la Federación de Etiopía. Mo Farah queda como la otra gran estrella que da lustre al Mundial moscovita. El británico, doble campeón olímpico de 5.000 y 10.000 metros, abrirá el fuego este sábado en la primera final del evento con la intención de repetir metales ante la pléyade de africanos entre los que también habrá ausencias notables.

Kirani James y Lashawn Merrit en los 400, Mohammed Aman en los 800, James Oliver y Aries Merrit en los 100 vallas son candidatos al podio en pruebas que han quedado algo tocadas por las bajas.

Puede que en los pasillos de saltos ocurran cosas interesantes porque estarán los autores de las dos marcas más destacadas del año. En pértiga, el francés Renaud Lavillenie ha sobrepasado los 6,02 metros y ha estado cerca de los 6,07. Por su parte, el ucraniano Bohdan Bondarenko ha saltado 2,41 metros en altura, lo que ha hecho parecer que los 2,45 de Javier Sotomayor no están tan lejos. En el triple salto, el francés Teddy Tamgho reaparece al máximo nivel en busca de esas medallas que se le han resistido.

En la longitud, estará Eusebio Cáceres, una de las escasas esperanzas de medalla de la selección española junto a Kevin López (800), Ruth Beitia (altura), Natalia Rodríguez (1.500) y Miguel Ángel López (20 km. marcha). El atleta alicantino de 22 años llega con la cuarta mejor de la temporada (8,37) a una prueba bastante estancada en los últimos años y que se presenta abierta.

la reina yelena En medio de tantas ausencias, las miradas en el Luzhniki estarán puestas sobre Yelena Isinbayeva, que ha anunciado su retirada al término del campeonato y querrá hacerla por todo lo alto. Las medallas que se repartirán en el podio honrarán a una atleta prodigiosa que ha dado muchas medallas a Rusia, pero que está lejos de sus años gloriosos cuando dominaba la especialidad a su antojo.

Las ausencias de Jessica Ennis, Blanka Vlasic, Sanya Richards, Caster Semenya, Pamela Jelimo o Viviane Cheruiyot han debilitado el programa femenino en el que, Isinbayeva al margen, las atletas rusas tienen posibilidades de cazar varias medallas con el cuarteto de los 20 km. marcha, Chicherova (altura), Zaripova (3.000 obstáculos), Krivoshapka (400), Savinova (800), Anthyukh (400 vallas) o Klishina (longitud).

Carmelita Jeter, Shelley Ann Fraser y Allison Felix en las pruebas de velocidad, Sally Pearson en los 100 vallas o Defar y Dibaba en las carreras de fondo son bazas tradicionales para ocupar plazas de podio en un Mundial que debe superar el bajón que han provocado las ausencias en un año postolímpico. Usain Bolt puede hacer que pase a la historia o dejarlo simplemente en un campeonato más.

Usain Bolt, Mo Farah y Yelena Isinbayeva son las estrellas más rutilantes del Mundial de Moscú. Fotos: afp