vitoria. PUES la era después de Michael Phelps no ha empezado tan mal. Ayer se cerraron en Barcelona los 15ª Mundiales de natación, la primera competición tras la retirada del tiburón de Baltimore, y el sabor de b oca que dejó fue excelente. Los años postolímpicos siempre son inciertos, pero la piscina del Palau Sant Jordi ha visto marcas extraordinarias, duelos apretadísimos, ha disfrutado de la actuación de Mireia Belmonte, una de las suyas, y, sobre todo, ha confirmado el gran futuro que le espera a este deporte ya que muchos de los medallistas ni siquiera han cumplido los 20 años o los superan por muy poco.

En los Mundiales en que la actuación global de la representación española ha sido la mejor de la historia con doce medallas, impulsada por las mujeres, han sido precisamente el sector femenino quien ha levantado las mayores admiraciones en el Sant Jordi. Seis récords del mundo se han batido, todos a cargo de chicas que van a llenar muchos titulares en este ciclo olímpico hasta Río de Janeiro 2016.

A la hora de elegir a la reina del campeonato, está complicado, pero Katie Ledecky y Missy Franklin tienen que llevarse la palma. La primera, de 16 años, fue elegida oficialmente como la mejor nadadora de los Mundiales por sus cuatro oros en las tres pruebas de fondo (400, 800 y 1.500 y el relevo 4x200), coronados con dos récords del mundo en las distancias largas. Pero la otra estadounidense, de 18 años, le puede discutir tranquilamente el honor. Seis oros, tres individuales y tres en relevos, se ha colgado la californiana, confirmando las expectativas que levantó en los Juegos de Londres. Ellas dos han sido las grandes referencias del equipo de Estados Unidos, que ha dominado el medallero con mucha holgura con 22 preseas por 9 de China.

La lituana Ruta Meilutyte sale de los Mundiales con el oro en los 100 braza y dos récords del mundo, aunque ayer la arrebató el título en los 50 braza la rusa Yeliya Efimova, que se ha colgado tres medallas en las tres distancias de la especialidad. Dos platas se llevó la danesa Lotte Friis en su admirable resistencia a la derrota ante Ledecky. La húngara Katinka Hosszu, con dos oros en los estilos, y la holandesa Ranomi Kromowidjojo, la mejor velocista, cumplieron las expectativas que se desbordaron en el caso de Mireia Belmonte.

La mallorquina Melanie Costa, excelente en su comportamiento, abrió el fuego con su plata en los 400 libre y Mireia Belmonte se encargó de alimentarlo durante siete días. La de Badalona hizo vibrar al Sant Jordi con un esfuerzo sobrehumano. La doble medallista olímpica de plata nadó en Barcelona siete pruebas, llegó a seis finales y cosechó dos platas, un bronce, un cuarto puesto y dos quintos. El último metal lo cazó ayer en los 4x100 estilos, por detrás de Hosszu, como colofón a la confirmación de la versatilidad y calidad de una deportista de solo 22 años y del buen futuro que aguarda a las mujeres del equipo español.

Los hombres han dejado más dudas ya que solo el cuarto puesto ayer de Aschwin Wildeboer en los 50 espalda, una distancia que no es olímpica, da cierto lustre a unos Mundiales en los que no se han atisbado futuras estrellas masculinas en la natación española. Todo lo contrario que en el conjunto del campeonato donde han asomado figuras de un calibre enorme.

el portento chino La principal, Sun Yang, que, como Katie Ledecky, ha dominado como ha querido las tres pruebas de fondo, apoyado en su extraordinario final. El chino de 21 años, que abandonó a su entrenador después de los Juegos de Londres, firmó, además, una extraordinaria última posta para llevar a su equipo al bronce en el relevo largo.

El sudafricano Chad Le Clos, doble oro en los 50 libre y mariposa, el francés Yannick Agnel, ganador de los 200 libre y el relevo largo, y el estadounidense Ryan Lochte, con dos oros en los 200 estilos y los 200 mariposa que no le han sabido a demasiado, siguieron a Sun Yang en la recolecta de medallas que ha estado muy abierta entre los hombres y que también ha visto coronarse al sudafricano Cameron van den Burgh, a los australianos Christian Sprenger y James Magnussen, al húngaro Daniel Gyurta y, ayer, al francés Camille Lacourt en los 50 espalda y al japonés Daiya Seto en los 400 estilos, donde este chico de 19 años lanzó un aviso del esplendor que le espera a la natación nipona.

En unos Mundiales en los que quince campeones olímpicos lograron repetir triunfo y 22 países sumaron medallas, se han demostrado la variedad de fuerzas de Francia, que se llevó dos relevos masculinos, la recuperación de Australia -tres oros y diez platas- tras su mal papel en Londres, las buenas sensaciones que ha emitido Brasil ante la cita de Río 2016, una cierta regresión de Gran Bretaña y el periodo de crisis que atraviesa Alemania, que solo ha rascado una medalla. Y en el primer año tras Michael Phelps, hay que apuntar un nombre: Chase Kalisz, estadounidense de 19 años, que en su primera aparición internacional se colgó la plata ayer en los 400 estilos. En su país le comparan... con Michael Phelps.

Ocho calles al futuro

w Los Mundiales se cierran con un gran nivel competitivo y el dominio de muchos nadadores jóvenes w Mireia Belmonte logró ayer su tercera medalla

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Katie Ledecky y Lotte Friis libraron un gran duelo en el fondo, Mireia Belmonte hizo vibrar al Sant Jordi, Missy Franklin logró seis oros y Ruta Meilutyte batió dos records del mundo.