vitoria. fue un contraataque muy rápido. Salimos tres jugadores a la carrera y yo iba por el carril central. El balón me acabó llegando a mí y anoté una bandeja a dos manos". Así de simple, sin darse demasiada importancia, acostumbraba a relatar Ossie Schectman una acción que, sin embargo, ocupa un lugar de honor en la historia de la NBA. Esa acción, que data del 1 de noviembre de 1946, viernes para más señas, fue la primera canasta jamás anotada en la Liga estadounidense (por aquel entonces denominada aún BAA, Basketball Association of America), el punto de arranque de toda una sucesión de hitos, leyendas, proezas y grandes nombres propios que tuvieron en esa rudimentaria bandeja a dos manos su origen. Schectman falleció en New York el pasado martes a los 94 años de edad como consecuencia de una enfermedad respiratoria y la NBA, siempre atenta a sus leyendas, le despidió con todos los honores propios de un mito: "Ossie Schectman fue un auténtico pionero de la NBA. Aquella canasta hará que figure para siempre en los anales de la historia de nuestra competición", destacó el comisionado David Stern.
Schectman, base de 1,83 metros de altura, únicamente disputó una temporada en la BAA, enfundado en la camiseta de los New York Knicks, pero el hecho de disputar aquel partido que supuso el pistoletazo de salida de la nueva competición le convirtió en figura histórica. Fue en Toronto, contra los anfitriones Huskies, y en su gesta la casualidad jugó un papel importante. La jornada inaugural iba a disputarse el 2 de noviembre, pero ese día en el Maple Leaf Gardens había programado un partido de hockey sobre hielo, por lo que el Knicks-Huskies se adelantó 24 horas, con el parqué colocado directamente sobre el hielo. Allí, ante 7.090 aficionados (un diario local llegó a ofrecer entradas gratis a todo aquel que midiera por encima de los 2,02 del jugador más alto de Toronto, George Nostrand, sin que nadie se beneficiara de la promoción), Schectman, capitán de los Knicks, colaboró con 11 puntos a la victoria de su equipo por 68-66.
Sin embargo, Schectman no fue consciente de haber sido el autor de la primera canasta de la historia de la NBA (la BAA se fusionó con la NBL en el curso 1949/50 y la nueva competición decidió aglutinar las estadísticas de la primera) hasta más de 40 años después. El 25 de enero de 1988, Ricky Green, de los Utah Jazz, anotó el punto cinco millones de la historia de la competición. En las oficinas de la NBA comenzaron a investigar y acabaron constatando que la primera canasta de su historia fue la de Schectman, al que la noticia le fue comunicada por teléfono. Tenía 68 años, residía en Florida y un par de años antes se había jubilado de su puesto de su puesto de trabajo en una fábrica. Peter, uno de sus hijos, reconocía esta misma semana en la web de la NBA que "aquella llamada fue muy impactante para él. Recuerdo que durante mi infancia jamás mencionó haber sido el autor de esa histórica canasta. Probablemente, ni se dio cuenta en su día. Él era el capitán del equipo y su misión era la de ganar partidos. Por aquel entonces no se hablaba tanto de esas cosas. Eso sí, cuando el tema salió a la luz fue impresionante para él". El nombre de Ossie Schectman volvió a tener reconocimiento cuando el 1 de noviembre de 1996, en el 50º aniversario de la fundación de la Liga, diez supervivientes de aquella mítica plantilla de New York viajaron a Toronto para ser homenajeados en los prolegómenos del Raptors-Knicks. También cuando Ben Gordon (Detroit Pistons), anotó el punto diez millones de la NBA en enero de 2010.
Hijo de inmigrantes rusos, Schectman nació en 1919 en New York y aprendió a jugar a baloncesto en las calles de Harlem mientras hacía frente a una infancia pobre y no exenta de problemas con la ley. Robó mas de una cesta con ropa en las lavanderías del barrio para vender su contenido, se rompió varias veces la nariz en peleas callejeras... Sin embargo, Ossie reconocía en un fantástico reportaje publicado en 2010 en Aolnews.com que esas correrías juveniles le vinieron bien para su posterior carrera como jugador: "Mi abuelo me perseguía con un palo para castigarme y yo le esquivaba con cambios de dirección. Se puede decir que fue así como aprendí a driblar". Formó parte del mítico equipo de Long Island University que bajo la batuta de Clair Bee ganó el prestigioso NIT en 1939 y 1941, ese mismo año fue All American y se convirtió en profesional de la mano de los Philadelphia Spahas, un conjunto de judíos que militaba en la American Basketball League (ABL), desde donde fue reclutado por los Knicks. Schectman promedió en aquella temporada 1946/47 8,1 puntos y 2,0 asistencias, pero su carrera no tuvo continuidad por cuestiones contractuales. El propietario le ofreció 5.000 dólares por renovar, pero el jugador, cuyo segundo hijo estaba a punto de nacer, consideró insuficiente la oferta y decidió colgar las botas a los 28 años para trabajar en la firma Collins&Aikman Corp. Su trayectoria en la Liga fue corta, pero su nombre figurará para siempre en el libro de oro de la competición. Después de él llegarían mates y triples, dinastías como las de Celtics, Lakers o Bulls, nombres propios como los de Magic, Jordan, Chamberlain o LeBron, pero todo, absolutamente todo, tuvo su origen en aquella bandeja a dos manos de Ossie Schectman.
En la imagen superior, Ossie Schectman en su época de jugador antes de retirarse a los 28 años de edad por discrepancias contractuales. A la izquierda, sostiene la ficha del primer partido de la historia de la NBA (New York Knicks, 68; Toronto Huskies, 66), en el que, actuando de base, anotó 11 puntos. Debajo, portada del documental 'The First Basket', que trata sobre la relación entre el baloncesto profesional y los judíos y en el que Schectman es uno de los protagonistas que aporta testimonios y vivencias. Fotos: dna
Schectman no fue consciente de haber hecho historia hasta 41 años después