londres. El Bayern Múnich se impuso ayer al Borussia de Dortmund en la primera final alemana en la historia de la Liga de Campeones gracias a un gol del holandés Arjen Robben a falta de dos minutos para la conclusión de un duelo brillante que parecía destinado a la prórroga (1-2).

Tras perder la final del año pasado y la de 2010, el conjunto bávaro, donde milita el navarro Javi Martínez, conquistó por fin en Londres la quinta Copa de Europa para sus vitrinas, un título que cierra con honores -y el triplete-el ciclo de Jupp Heynckes al mando del Bayern antes de que Pep Guardiola tome las riendas la próxima temporada.

El Borussia no creía en la condición de equipo menor que se le había atribuido antes del partido ante el poderoso equipo bávaro, ni tuvo en cuenta que carecía de la visión privilegiada del media punta Mario Götze, lesionado, y saltó al campo sin frenos, dispuesto a arrollar a los de Jupp Heynckes.

Lewandowski y Blaszczykowski se encargaron de meter el miedo en el cuerpo a los miles de seguidores que vestían de rojo en las gradas de Wembley al cuarto de hora, pero los futbolistas del Bayern, confiados en su capacidad de tumbar de un latigazo al rival más robusto, no perdían los nervios.

Los bávaros esperaron en su campo a que escampara el huracán inicial de los de Westfalia, que conocen los engranajes del conjunto de Heynckes casi como los suyos propios y neutralizaron desde los primeros minutos la zona de medios de su rival.

Franck Ribéry, por la izquierda, y Robben, por la derecha, pasaron los veinte primeros minutos del partido cerca de su propia área, encerrados por la presión de un osado Borussia que hacía imposible que el cuero saliera de la zona del Bayern si no era con balonazos al campo contrario.

El arquero Manuel Neuer salvó en más de una ocasión al Bayern ante los arrebatos del goleador Lewandowski, que desquiciaba a los centrales Boateng y Dante, si bien los de Heynckes también se habían presentado en el campo de batalla bien armados.

Mandzukic adelantó a los bávaros. Robben y Rybéry burlaron la última línea de los de Klopp para que el holandés acabara trazando un centro desde la línea de fondo que Mandzuki remató a la red a puerta vacía. Gundogan empató de penaltipara el Dortmund tras una falta de Dante en el área, pero el Bayern recuperó su ventaja con una gran acción técnica de Robben en el minuto 88. El holandés llegó en carrera al borde del área para llevarse un balón que los centrales del Borussia, demasiado blandos, se dejaron arrebatar, y encaró en solitario los últimos pasos para superar casi sin oposición al portero Weidenfeller y dar el golpe definitivo a una final vibrante.