Nunca se lesiona, nunca falta a una cita importante. El suizo Roger Federer comenzará la semana próxima su quincuagésima participación consecutiva en un torneo del Grand Slam, algo que vive con naturalidad. "Lo único que eso quiere decir es que no me he lesionado, eso no te hace ganar un torneo. Pero yo nunca he faltado a un Grand Slam, nunca me he retirado de un partido en un grande. Sólo en dos ocasiones me he retirado de un torneo tras haber comenzado. Es mi manera de hacer las cosas", señaló. "No pensé que encadenaría Grand Slam así, estoy muy feliz. Quiere decir que he estado en condiciones de medirme a los mejores en cinco sets", agregó. A sus 31 años, el tercer jugador del mundo, segundo cabeza de serie en París por la ausencia de Andy Murray, afronta el asalto a Roland Garros en buenas condiciones físicas, pese a que esta temporada no ha sumado ningún torneo. "Me siento bien física y mentalmente, y creo que la confianza vuelve poco a poco. Estoy en el momento justo que quería estar antes de Roland Garros", afirmó. Federer viene de perder la final de Roma contra Nadal, su verdugo más habitual.