Asun Gorospe ha consagrado una parte importante de su vida al Alavés. Ha recorrido la piel de toro y ha conocido mundo para ofrecer su aliento a los jugadores de un club que forma parte de su existencia. Su casa, su balcón, desde el que ha contemplado las celebraciones de las mayores gestas del equipo albiazul, se han convertido en pequeños templos del alavesismo. Como ella, centenares de fieles sufridores viven y respiran por un equipo al que acompañarán también en Jaén. Hoy salen a la venta las entradas para el encuentro del próximo domingo.