vitoria. El Caja Vital UPV Araski cerró ayer su andadura en la fase de ascenso celebrada en Avilés con una victoria, a la postre, estéril ante el anfitrión del Quattro Dance por un rotundo 72-35. Su segundo puesto de la liguilla, únicamente por detrás del Bera Bera, debía en teoría apartarle de la pelea por subir a la Liga Femenina 2, pero en las últimas horas crece una ola de optimismo dentro del club gasteiztarra para sellar este ambicioso objetivo en los despachos. Y es que la posible renuncia de la entidad donostiarra, cuyo primer equipo ha ascendido este curso a la elite del baloncesto femenino estatal y debería soportar unos gastos enormes si su filial también compite en la segunda categoría, abre la puerta a que el Araski sea quien ocupe su plaza.

Como el plazo para realizar las inscripciones en la Federación Española de baloncesto expira en julio, se abre un periodo para la incertidumbre en el que el club alavés deberá armarse de paciencia y, al mismo tiempo, trabajar en la sombra para culminar los costosos trámites que implica la partipación en la Liga Femenina 2. Para empezar, su presidenta Livia López ya ha puesto la maquinaria en marcha para sondear la búsqueda de patrocinadores privados que sufraguen el elevado presupuesto que hará falta para afrontar numerosos gastos. Se calcula que harán falta unos 60.000 euros más que en esta temporada, de ahí que la ayuda de la Diputación también sea imprescindible para que el baloncesto femenino alavés esté representado en una categoría tan prestigiosa. Dicho dinero se destinará a abonar la inscripción dentro de la categoría, las licencias de las jugadoras y los costes arbitrales.

En caso de que no sea posible reunir dicha cantidad y el proyecto no sea viable, la presidenta del Araski expuso ayer su temor a que la mayoría de las codiciadas jugadoras en manos de Madelén Urieta emigren hacia otro lugar. "No estamos obligadas a que tengan un sueldo mínimo, pero sí a compensarlas por dietas", reveló López.