VIGO. El Atlético de Madrid selló su clasificación para la Liga de Campeones después de superar con claridad a un Celta de Vigo al que sólo un milagro le salvará del descenso de categoría.
Simeone salió con todo en Balaídos. Su obsesión en este curso era la clasificación directa para Champions, objetivo que no lograban desde la temporada 1995-96, la del histórico doblete. Y lo consiguió a falta de tres jornadas para el final de la liga, lo que le permitirá ahora centrarse en la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid.
Fiel a su estilo, el Atlético fue un bloque compacto y sólido defensivamente pese a que el Celta logró encerrarlo en su campo en la recta final del primer acto. En la primera, el belga Courtois, que batió el récord de imbatibilidad a domicilio de Abel Resino con 680 minutos, se lució ante Krohn-Dehli.
Pudo marcar el Celta pero también los colchoneros en el primer periodo. Éste Atlético no necesita generar muchas ocasiones para marcar y en el primer minuto de la reanudación, Diego Costa enmudeció Balaídos tras un saque de esquina. El Celta pudo engancharse al partido poco después, pero Krohn Dehli mandó fuera un rechace cuando parecía imposible fallarlo. Perdonó el conjunto de Abel Resino y el Atlético no tardó en matarlo, con un disparo desde la frontal de Juanfran que desvió un defensor.
En los últimos minutos, los rojiblancos bajaron una marcha y el Celta soñó tras el gol de Augusto Fernández, aunque rápidamente Falcao mostró su enorme calidad, sentenciando el duelo.