EL escándalo del Calciopoli (también conocido como Moggigate por la implicación que tuvo en el caso el directivo juventino Luciano Moggi), como no hay mal que por bien no venga, aunque en Turín viven resignados con la idea de que les hayan expropiado dos scudettos y por lo cual contabilizaban los seguidores bianconeris el de ayer como el número 31 en lugar del 29, fue ciertamente la oportunidad de demostrar al mundo cuán grande es la Vieja Señora del fútbol italiano, la Juventus, que ha emergido de las catacumbas de la Serie B del Calcio tras cumplir pena por amaño de partidos para hacerse dueña y señora de la competición, y reciclaje de la plantilla mediante, un grupo en el que estará Fernando Llorente la próxima temporada. Aunque a buen seguro encontrará ardua competencia, como anuncian estos días los medios italianos, enconados en la idea de que el club traerá a otro ariete de clase mundial.

El caso es que la Juventus llegaba al encuentro de ayer frente al Palermo, que se juega el descenso, con la necesidad de sumar un punto para proclamarse campeón de Liga. Y aunque lo hizo de forma ramplona, por un solo tanto y rubricado desde el punto de penalti (obra de Arturo Vidal), la Vecchia Signora reeditó la corona también obtenida la pasada temporada, la número 29 teniendo en cuenta la resolución del caso Calciopolis. Se trata del segundo título del equipo bajo las órdenes del entrenador Antonio Conte, quien tuvo que afrontar cuatro meses de inhabilitación en su cargo hasta el pasado diciembre debido a su implicación en el último escándalo de fraude en las apuestas deportivas y amaño de partidos durante la época en la que dirigía al Siena. La circunstancia no ha provocado fracturas ni flaquezas en el vestuario y la Juventus en ningún momento ha perdido el compás liguero, ciñéndose la corona de laureles a falta de tres jornadas para la consecución de la Serie A.

Y así como el año pasado la despedida de Alessandro del Piero, el último gran bianconeri, amargó los días de jolgorio, en esta ocasión el equipo disfruta de las mieles sin represión. "Es uno de los días más felices en la Juventus desde hace mucho tiempos", rezó Gianluigi Buffon, guardameta y capitán, voz acreditada con 12 temporadas en el club. "Este scudetto me ha gustado mucho porque desde la primera jornada hemos tirado del pelotón, en los momentos importantes nos hemos escapado, hemos sido buenos en algunas fases y después hemos dado el impulso definitivo que no se daba por hecho", expresó el arquero, que destacaba la autoridad, la solvencia del plantel. De hecho, hasta que no llegó el lance de noviembre de 2012 contra el Inter de Milán (1-3 en Delle Alpi), el equipo acumulaba 49 partidos invicto (el récord es del Milan con 58) entre el presente y el anterior curso. Desde entonces, solo ha cedido tres derrotas más en su carrera por el título. Si bien, el equipo fue acusado de falta de verticalidad y velocidad en el juego, cuestiones características de la Juve de Conte, que ha desterrado el concepto de fútbol defensivo (el valor exponencial de la función de Pirlo ha sido determinante), y el problema del gol se hizo agudo hasta solicitar a un delantero que no llegó en el mercado de invierno. Esto no ha impedido el coronamiento.

La Juventus quedó varada en los cuartos de final de la Liga de Campeones, mejorando su rendimiento en la competición continental y donde cayó eliminado a manos del finalista Bayern de Múnich. Si bien, es el gran objetivo de un club que posee dos Champions, la conquista continental que devuelva a la Juventus a las mayores cotas.

competencia para llorente La falta de gol a diferencia de los campeones de otras ligas europeas, motivó a contratar a Llorente. Pero en Turín anhelan más artillería para encarar próximos retos. De hecho, Tuttosport y la Gazzetta dello Sport afirman que Ibrahimovic está cerca de regresar al club bianconeri. Además, suena también el madridista Higuaín.