Fue una pena que Pablo no pudiera terminar el partido. Ahora mismo está destrozado porque tenía mucha ilusión por disputar la final, por hacerlo en su casa y también por la posibilidad que tenía de ganar una txapela, y además hacerlo en Bilbao. Pero ahora eso es lo de menos. Hay que esperar a las pruebas que le tienen que hacer hoy y confiar en que la lesión sea lo menos grave posible. Ya que no ha podido disputar esta final, deseo que pueda volver a competir cuanto antes.

La verdad es que tanto Pablo como Jon Ander estaban jugando un buen partido. Sabíamos que la final iba a ser muy complicado porque Irujo y Zabaleta son dos grandes rivales, pero se vio que había final. Que los nuestros tenían opciones de pelear por las txapelas. Sin embargo, ahora lo más importante no es el título que había en juego, sino que Pablo se ponga bien. Hasta el momento de la lesión, Pablo había empezado a carburar. Había hecho alguna parada al txoko que le estaba complicando la vida a Irujo. Y qué decir de Albisu, que le estaba dando mucho a pesar de haber mandado un par de pelotas arriba. Creo que el planteamiento de partido estaba siendo bueno para ellos, sobre todo porque Jon Ander estaba muy centrado y muy atento. Pero no pudo ser.