REAL MADRID Rudy (11), Suárez, Mirotic (10), Llull (8) y Begic (8) -quinteto inicial-, Rodríguez (9), Slaughter (8), Carroll (5), Darden y Reyes (19).

BARCELONA Huertas (3), Ingles (18), Oleson (8), Lorbek (10) y Tomic (10) -quinteto inicial-, Sada, Abrines, Jasikevicius (4), Todorovic (2), Rabaseda y Jawai (10).

Parciales 13-12, 20-17, 17-18, 28-18.

Árbitros Emilio Pérez, Lluis Guirao y Miguel A. Pérez Niz. Jawai fue eliminado por cinco personales (min.38).

Pabellón Palacio de Deportes de Madrid ante 12.238 espectadores.

madrid. El Real Madrid ganó un clásico venido a menos, en el que se aseguró el primer puesto de la liga regular, en el que ninguno de los dos equipos quiso emplearse a fondo y en el que la diferencia final fue a todas luces exagerada. Blancos y azulgranas se enzarzaron en un concurso de errores en ataque que tuvo su inmediato reflejo en el marcador al final del primer cuarto, 13-12. El partido no pintó nada bien desde antes de iniciarse, por lo poco que estaba en juego para ambos equipos y por las bajas azulgranas. Ausente Juan Carlos Navarro, el Barça se quedó sin chispa, sin genialidades, sin una vía directa hacia el éxito.

El Madrid también estuvo obtuso, pero su capitán Felipe Reyes no entiende otra cosa que luchar con su pundonor habitual y mantuvo a su equipo en el marcador con canastas al límite. Las primeras ventajas comenzaron a caer del lado local, 19-14 (m.13), pero las individualidades azulgranas, Lorbek y Oleson, se encargaron de no descolgarse en el luminoso. Al descanso, 33-29, y confirmación de que poco o nada podía esperarse de un partido soso. Además, con el horizonte del 10 de mayo y la semifinal de Euroliga en Londres nadie quiso enseñar nada. Ni en defensa, ni en ataque.

El único que no debió enterarse de estas circunstancias fue Mirza Begic, que se empeñó en demostrar su valía ante su excompañero Ante Tomic, aunque fue una cuestión más de interés que de acierto. Inglés, el más acertado de su equipo, fue el encargado en no pocas ocasiones de hacer la goma en el marcador. El marcador continuó igualado hasta que en los minutos finales el Madrid echó el resto y logró estirar la diferencia hasta unos guarismos irreales.