vitoria. LAS posibilidades de crecimiento de un club de fútbol normalmente se atienen a la capacidad de este para la captación de fieles seguidores. Se rige la asociación directa de a mayor hinchada, mayores posibilidades de progreso económico y consecuentemente deportivo, y por tanto se produce una amplitud de las expectativas. La masa social es el pilar fundamental de una estructura deportiva. En este contexto, los clubes que pertenecen de las ciudades más pobladas poseen más alternativa de crecimiento que los que no.
Esto sucede en las grandes ciudades de Europa, en las fronteras donde se practica el fútbol de mayor estatus a nivel mundial. De hecho, las quince urbes más pobladas del viejo continente aglutinan a 16 de los 20 equipos que más ingresos perciben del mundo (y que posteriormente son de lo más respetado deportivamente), según datos de la consultora Deloitte, que presta sus servicios, entre otros, a la UEFA y la Premier League inglesa. Esas quince ciudades congregan a 27 clubes que juegan en las máximas categorías de sus respectivos países. Se puede afirmar que la riqueza está concentrada.
Pero en pleno siglo XXI y con lo extendido del capitalismo, una de las minas del mundo resistía en Europa a esta lógica futbolística como la aldea gala de Asterix lo hacía con los romanos, solo que siendo la segunda mayor población tras Londres. Es el caso de París. La capital francesa cuenta un solo club, el París Saint Germain, y de calado desproporcionado a tenor de su tremenda capacidad de crecimiento, y no está entre esos 20 clubes más benefactores; Londres, sin embargo, acoge a seis equipos. A esto se han aferrado los inversores cataríes, que quieren hacer del PSG un negocio rentable. Pero, ¿será un nuevo fracaso como otros tantos en los últimos tiempos? Puede que por esa misma razón no sea así.
El hecho de no estar en la nómina de esos 20 clubes más ricos (y sí en el Top 20 del ránking mundial UEFA) y de formar parte de la segunda ciudad más habitada de Europa sitúa al PSG como uno de los clubes potencialmente más explotables, a pesar del hándicap de formar parte de una liga de discreto reclamo. Si bien, el PSG es icono ahora, buque insignia de la Ligue 1. Además, deportivamente el equipo no contaba con grandes éxitos -ha ganado dos ligas desde que en 1974 entrara a formar parte de la Ligue 1 y una Recopa como máximo exponente-, por lo que este es otro factor rotundamente mejorable; ahora es líder destacado del campeonato y regresará la próxima edición a la Liga de Campeones.
Es cierto que el PSG ha partido de la inversión, porque ha gastado en fichajes más de 230 millones de euros en dos temporadas, pero, además del valor actual del capital humano, unas ganancias ya atribuibles son las de la participación en la Liga de Campeones. El año pasado, el PSG ingresó menos de 3 millones de euros por su concurso en la Liga Europa, mientras que el Olympique de Marsella, que alcanzó los cuartos de final de la Champions, como el PSG este curso, obtuvo alrededor de 26, una cifra que rondará las ganancias en este apartado del equipo parisino.
el escaparate de parís Por otro lado está la situación del club como reclamo para anunciantes. En este área, el PSG venía recibiendo 3,5 millones de euros anuales de su principal patrocinador, la aerolínea Fly Emirates, que recientemente ha renovado el acuerdo por 25 millones anuales para las próximas cinco temporadas. Y se especula con la posible entrada del Banco de Catar, que podría dejar unos 100 millones al año. Por ser vestido por Nike percibe 6, con un margen de progreso que va hasta algo más de la treintena que ingresa el Barça por dicha marca.
Además, el fichaje de Beckham. El PSG posee el 50% de los derechos de imagen del inglés, que, según la revista France Football, encabezó en 2012 la lista de jugadores con mayores ingresos, con sus 36 millones; el portal Goal.com asegura que generó un total de 200, por encima del resto. Según datos del Real Madrid, en cuatro años de blanco infló en 440 millones las arcas del club. Desde su llegada en enero se han vendido más de 20.000 camisetas con su nombre en la tienda oficial del club en París, lo que implica más de 2 millones de euros en solo un punto de venta. Para más inri, el PSG puede ampliar en más de 10 millones de euros la cifra de ingresos por los derechos de televisión, porque en Francia el 30% se reparte dependiendo de los resultados y otro 30%, en función de la masa social, mientras que el 40% se distribuye entre los clubes de forma igualitaria. Otro incentivo será el traslado del Estadio de Francia, con unos 47.000 asientos, al Parque de los Príncipes, de más de 81.000. Argumentos para la rentabilidad.
Por encima de todo, puede que la receta como negocio sea el punto de partida, el espíritu que le hace distinto, al ser propiedad de un fondo de inversión de Catar (Qatar Investment Authority) fundado para la gestión de los excedentes de petróleo y gas que persigue rentabilidad, y no amasar riquezas personales.