Sevilla. El que anoche acogió el Benito Villamarín fue un partido eléctrico, enemigo del resuello. Toda una guerra sin derecho a hacer prisioneros, todo un derbi. El Sevilla golpeó primero. Y cómo. Rackitic, Rackitic y Negredo. Tres puñaladas del enemigo más íntimo hicieron sangrar al Betis ante el absoluto dominio sevillista. Pero, al filo del descanso, un error de su defensa permitió a los de Mel respirar. Ya en la reanudación, un penalti puso el duelo en todo lo alto. Había partido; y más cuando Medel se volvió a calentar y dejó a su equipo con uno menos. Arreció el temporal verdiblanco, y en el 89, el Betis vio premiada su fe. Reparto de puntos. Foto: efe