internacional la despedida de un referente del fútbol inglés

'The Golden Boy' entrega las botas

w Michael Owen, Balón de Oro en 2001, se retira del fútbol a los 33 años abrasado por las lesiones w Con 17 ya goleaba en el Liverpool y a los 18 certificó su meteórica carrera en su debut con Inglaterra

Julián Goikotxeta

vitoria

michael Owen, The Golden Boy (El Chico de Oro) del fútbol inglés, anunció la pasada semana que lo deja. Pero lo hizo de forma solemne, orgulloso de su carrera profesional que inició a los 17, pero consciente de la ruda realidad. Las lesiones le han pasado factura a este menudo delantero, que alcanzó sus mayores glorias en el Liverpool de comienzos de siglo y por ello fue galardonado en 2001 -año en el que le birló la UEFA al Alavés- con el Balón de Oro, ese premio fetiche que marca y deja una poderosa huella en el universo futbolístico. Y además puede presumir de haber formado parte de algunos de los mejores equipos del mundo, como son el Liverpool, el Real Madrid o el Manchester United.

A sus 33 años, Owen apenas ha tenido presencia en su actual equipo, el modesto Stoke City. Tan sólo ha intervenido en seis de los 30 partidos disputados en el curso, y únicamente ha conseguido un gol. El número 150 de su fructífera carrera en la Premier League. Y tampoco ha sentido la tentación de firmar el último contrato de su vida en alguna liga exótica, pero espléndida en remuneración, como la de Catar.

"Debo anunciar con un enorme orgullo mi intención de retirarme del fútbol profesional al final de la temporada", escribió en su web el Niño maravilla. "Tuve mucha suerte. Mi carrera me llevó a un viaje con el que sólo habría podido soñar", confesó, para agregar a modo de colofón: "Siento que es el momento adecuado para bajar la persiana de mi carrera".

Una carrera realmente meteórica. Natural de Chester, una ciudad de poco más de 100.000 habitantes cercana a la frontera de Gales, fue captado a los 13 años por el Liverpool y no tardó más de cuatro en debutar como profesional, en un partido contra el Wimbledon, en mayo de 1997. Sustituyó a Robbie Fowler, lesionado, y anotó un gol. Esa misma temporada fue elegido Jugador Joven del Año por los propios futbolistas.

En la siguiente campaña alcanzó los 23 goles con el Liverpool. Pero si por un lado comenzaba a tocar la gloria tan pronto, también se iniciaba su particular calvario provocado por las lesiones. El 12 de abril de 1999 se rompió el tendón de la corva en un partido ante el Leeds, un problema que le apartó del fútbol durante meses y estuvo muy presente a lo largo de su carrera.

camino de la gloria Sin embargo tan brillante fue aquella campaña que a sus 18 años y dos meses se convirtió en el internacional más joven en debutar hasta entonces con la selección de Inglaterra, en un amistoso ante Chile. Con los Pross marcó 40 goles en 89 partidos y es el cuarto máximo goleador histórico en el equipo de los tres leones.

Durante el Mundial de 2002, en Corea y Japón, la FIFA decidió buscar mediante una encuesta global a través de Internet el mejor gol de la historia de la Copa Mundial de Fútbol. El gol del siglo fue para Diego Armando Maradona y su memorable jugada frente a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de México. Pero el segundo gol más votado fue uno que anotó Owen contra Argentina en los cuartos de final del Mundial de Francia 1998. Recogió un pase de David Beckham en el centro del campo. De un solo toque de balón se deshizo de José Chamot, avanzó decidido, soslayó a Roberto Ayala como si nada y, ante la salida del portero Carlos Roa, levantó el balón para meterlo por alto.

Fue la consagración internacional de un muchacho de 18 años. Zanetti empató poco después (2-2) y Argentina eliminó a Inglaterra en la tanda de penaltis. Pero esa es otra historia.

La de Michael Owen estaba aún por escribir, sobre todo la página más gloriosa. Su año más brillante llegó en 2001, cuando lideró al Liverpool para ganar la Copa de la UEFA en aquella trepidante final ante el Alavés, resuelta en la prórroga mediante el gol de oro (5-4). Luego vino la Supercopa de Europa (3-2 ante el Bayern Múnich) y la Copa de Inglaterra, con un 1-2 en la final ante el Arsenal. Aquel año protagonizó una gesta marcada con fuego en los anales de la selección inglesa, como fue el 1-5 que los Pross le endosaron a Alemania en Múnich el 1 de septiembre de 2001, en un partido clasificatorio para el Mundial de Japón y Corea. Owen firmó un triplete y se convirtió en un héroe para una afición que jalea de forma muy especial cualquier victoria ante los germanos.

el madrid galáctico Owen siguió pulsando con sus goles, y también las lesiones, los biorritmos de un Liverpool discreto, que por aquella época se tenía que conformar con títulos menores, como la victoria ante el enemigo natural, el Manchester United, en la final de la Copa de la Liga (2-0) a la cual contribuyó con un gol.

Pero su trayectoria futbolística dio un giro radical cuando Florentino Pérez decidió reclutarle para su colección galáctica, y Owen formó parte de la aristocrática familia que conformaban los Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, Raúl o Roberto Carlos. La operación le costó al Real Madrid unos 12 millones de euros.

Owen pasó por la casa blanca discretamente a causa de las lesiones y la feroz competencia, y sin embargo en la única temporada en la que estuvo ligado al Santiago Bernabéu (2004-05) llegó a meter 16 goles.

Al año siguiente Florentino Pérez aceptó la oferta del Newcastle y por 26 millones de euros The Golden Boy volvió a las islas. Recién iniciada la competición, Michael Owen se rompió un metatarsiano. Estuvo cuatro años en el equipo del norte de Inglaterra. Luego se enroló en el Manchester United, en donde transitó durante tres temporadas con poca continuidad. Finalizado el contrato probó suerte en el Stoke. La última camiseta que vestirá un chico sensato y genio del balón.

Arriba, Owen celebra un gol con Inglaterra y con la camiseta del Newcastle. La imagen central refleja su etapa en el Real Madrid, club al que llegó procedente del Liverpool, donde hizo historia. Abajo, el 'niño maravilla' festeja un gol con el Manchester United.

Florentino Pérez le fichó en 2004 para su colección de galácticos, pero no triunfó en el Madrid

Según la FIFA, Owen anotó el segundo mejor gol de la historia, tras el de Maradona en México