valls (tarragona). Después de tres días frenéticos, la Volta a Catalunya tomó aire en la sexta etapa, entre Almacelles y Valls, para confirmar que las ocho subidas de hoy a la montaña de Montjuïc, en Barcelona, dictarán si el irlandés Daniel Martin inscribe su nombre en el palmarés de la prueba. En una jornada rompepiernas de 178 kilómetros, el corredor de Garmin Sharp volvió a ser el más listo en las bonificaciones y amplió en tres segundos la ventaja sobre su perseguidor, Joaquim Purito Rodríguez, que deberá sudar, y mucho, para alzarse con su segunda Volta.
Simon Gerrans, del GreenEdge, fue el más rápido en un esprint masivo en el que el belga Gianni Meersman (Omega Pharma) se quedó a un suspiro de conseguir su tercera victoria de etapa de esta edición. Vencedor de la Milán-San Remo de 2012, este gato viejo de 32 años, consiguió en la meta de Valls su vigésimo séptima victoria de su carrera tras culminar un fulminante ataque por la espalda de un Meersman, que ya se preparaba para alzar los brazos y celebrar la victoria.
La etapa empezó sin pausa, con un ritmo vertiginoso que desgastó a un pelotón que no quería sorpresas e impuso una velocidad imposible para disfrutar de fugas tempranas.
Eso lo aprovecharon los hombres del Garmin Sharp para que el líder de la prueba batallara, otra vez, para gozar de la bonificación del kilómetro 30. Y un atentísimo Martin no falló. En Alcarrás batió en el esprint a sus compañeros de equipo Koldo Fernández y Ryder Hesjedal para birlarle tres segundos más a su perseguidor, Joaquim Purito Rodríguez, que deberá dar lo mejor de sí, si quiere llevarse la 93 edición de la Volta.
Así, Martín amplió su ventaja en 17 segundos sobre el segundo clasificado y evidenció la pasividad de los hombres del Katusha para ayudar a su jefe de filas a arañar unos segundos vitales en la general. Tras este puñal, el pelotón siguió sin ganas de fiesta y no hubo movimientos hasta el kilómetro 118, cuando en el ascenso al puerto de Prades, de primera categoría, ocho corredores, entre ellos los españoles Alberto Losada (Katusha) y José Herrada (Movistar), iniciaron la fuga del día. Su aventura fue infructuosa y sólo sirvió para que el compañero del segundo clasificado en la general se llevará el premio de montaña en el ascenso al Alt de l'Illa, un puerto de segunda categoría, situado a 14 kilómetros de meta, que fue menos decisivo de lo que se presagiaba.
Ya en llano, los hombres del BMC y el Cannondale estiraron el pelotón y a 4 kilómetros del final la fuga fue fulminantemente absorbida. El final estaba escrito: el ganador de etapa saldría tras un esprint masivo. Y así fue. La falta de velocistas natos brindó un final desordenado en el que Gerrans atacó por detrás a Meersan y a Daniele Ratto (Canondale).