aunque los dos partidos contra los equipos turcos eran la parte fácil para poder seguir soñando con pasar al Top 8, no es menos cierto que este tipo de partidos suelen ser una trampa en la que se puede caer por culpa de la relajación o de la desidia. Por suerte el Caja Laboral ha sabido solventarlos para seguir vivo en la Euroliga. Puede que no los haya resuelto de la mejor manera posible, ya que ambos se podían haber ganado por un margen mucho mayor de puntos de cara al basket average general. Contra el Besiktas se dejó escapar una oportunidad de haber ganado por más y puede que los rivales directos no lo hagan. Y contra el Fenerbahce, más de lo mismo. Este tipo de equipos desestructurados, sin saber muy bien hacia dónde ir, sin comunicación, con falta de liderazgo, hacen que los contrarios también se contagien y, aunque no quiero que suene a excusa, hay veces que si no estás muy concentrado, al final tú también pierdes el ritmo de juego.

Parece mentira que este equipo tenga un presupuesto cercano a los 25 millones de euros y se vaya arrastrando por todas las canchas europeas. Aparte del título de Copa que han ganado en Turquía, la temporada que están realizando es de lo más incierta. Un equipo que sufrió la dimisión de su entrenador debido a la mala predisposición de los jugadores. Un equipo muy estático, con muchas pérdidas de balón que hacen que no tengan ritmo de juego. Con falta de intensidad en todas las acciones que realizan. Un equipo donde los pesos pesados, llámense Batiste, Sato, Andersen, McCalebb, están muy lejos de su mejor estado físico. Jugadores como Batiste y Sato que distan mucho de aquellos jugadores que estaban bajo las órdenes de Obradovic. De fuera, este equipo tiene muchas similitudes con el Madrid de Messina. Hecho a base de talonario, con jugadores de renombre mezclados con otros de la casa. Con un entrenador contrastado y muy exigente. Pero con una falta de química y de complicidad que ha hecho que naufrague. Ahora está al mando Erdogan, que por lo visto en el Buesa Arena no ha podido cambiar gran cosa.

Con esta nueva victoria y con la derrota del Khimki en Tel Aviv, tenemos a tres equipos empatados para la cuarta plaza. De los tres, el Caja Laboral es el que peor basket average general tiene de momento. Ahora tiene dos salidas, Barcelona y Moscú, donde se va a jugar sus posibilidades de entrar entre los cuatro primeros del grupo. A priori, de los tres, el que más accesible lo tiene es el Khimki que va a disputar dos de los tres partidos que le quedan en casa. Y uno contra nuestro Baskonia. El Macabbi tampoco lo tiene demasiado fácil. Por eso el Baskonia debe seguir creyendo en sus posibilidades y aferrarse a ellas. Imprescindible ganar dos de tres.