palma de mallorca. El ganador del Tour, el mejor ciclista de 2012, madruga más que el sol para trabajar. Quizás por eso lo sea. Dice David López, el vizcaíno que acaba de desembarcar en el Sky, que es su mentalidad la que le hace concebir el ciclismo de esa manera; el éxito como consecuencia del sacrificio, que no se plantea el deporte de otra manera que no sea la de vivir para la bicicleta y que está convencido de que la preparación, entendida desde el prisma de la entrega, tiene que ser necesariamente estajanovista, la vieja existencia dura del ciclista. Wiggins, 32 años, cuenta en una breve charla en Mallorca que se levanta a las seis de la mañana, se mete durante una hora en el gimnasio, se sube a la bicicleta durante un par de horas y desde allí, sentado en el sillín, ve salir el sol. Que luego regresa al hotel, desayuna, y se vuelve a marchar en bicicleta a la salida de alguno de los trofeos de la Challenge mallorquina. Asegura también que no le cuesta, que lo hace sin titubear, sin plantearse si hay una vida mejor, más cómoda, más tranquila. ¿Qué le impulsa a hacerlo? “Lo importante”, explica, “es querer ganar siempre”. Es la ambición la que le saca de la cama a las seis. Tras ganar el Tour y la crono de los Juegos de Londres en 2012, también la París-Niza, el Tour de Romandía y la Dauphiné, tiene otro reto: ser el primer inglés en ganar el Giro y firmar en París un doblete de otro tiempo.

Cuánto sacrificio para ser febrero.

Es duro. Estoy entrenando realmente fuerte y me siento cansado, pero a larga sé que este trabajo es algo bueno, que tendrá su recompensa. Ese es el plan. Por eso me levanto pronto todas las mañanas. A las seis ya estoy en el gimnasio y luego salgo dos horas a entrenar antes de la carrera.

¿Cómo se ve?

Bien. Ayer sentí que todo marcha -se refiere a la etapa que ganó Valverde en la Challenge de Mallorca, una con cinco puertos- y me dediqué a trabajar para el equipo. Fue el primer test serio de la temporada y estoy satisfecho.

El año pasado ganó todo lo que corrió. ¿Qué le motiva en esta nueva temporada?

Lo mismo: ganar. Pero de otra forma. Voy a tener un calendario diferente, así que los objetivos serán otros. El Giro, por ejemplo. Lo importante es mantener la motivación para querer ganar siempre.

En 2012 ganó París-Niza, Romandía, Dauphiné, Tour, la crono de los Juegos... ¿Con qué emoción se queda?

Sin duda, con la de los Juegos. Era en Londres, en casa, la gente tiene que comprenderlo. Luego está el Tour, claro. Disfruté mucho de la última semana. Fue una experiencia única por todas las cosas que supone y que conlleva ganarlo. Me siento muy afortunado de haber vivido todo eso que es tan especial, pero lo de los Juegos Olímpicos es algo tan increíble que no imagino nada comparable.

Ahora dice que quiere ser el primer inglés en ganar el Giro pero tampoco descarta el Tour. ¿Cree que ese reto, el doblete, es posible?

Ahora estoy más convencido de ello que nunca.

¿Por qué?

Físicamente reconozco que es difícil evolucionar más, así que ahora la cuestión es mental. Es decir, cuánto más quiero hacer y cuánto más puedo conseguir. Cuánto voy a ser capaz de sacrificarme y trabajar para lograrlo.

¿Por eso cambia de calendario y enfoca al Giro, para motivarse?

Eso es. Me motiva el reto del Giro y el doblete. Sé que es complicado, pero ahora no debo pensar en lo mucho que conseguí en 2012, sino en que tengo nuevos retos para este año que me inspiran para entrenar duro cada día.

¿Descarta las clásicas?

Las voy a hacer y me gustan, pero allí soy más impredecible. Hablo de la París-Roubaix y esas. Me encantan, pero allí no dependo tanto de mí como de la fortuna. Es una lotería, porque allí pueden pasar muchas cosas. Igual que en la Flecha Valona o en Lieja. Para mí es un poco difícil conseguir algo allí porque no soy realmente un escalador (ríe).

¿Se imagina un Sky más poderoso que el del año pasado?

Hemos evolucionado. La idea es ser siempre mejores y más fuertes. Obviamente, los resultados nos dirán si es así, pero creemos que vamos por el buen camino. Pero en el ciclismo son las carreras las que hablan.

En el Tour se medirá a Contador.

Es inevitable. En algún momento nos veremos las caras.

La temporada ciclista ha comenzado pero se habla más de las confesiones de dopaje, el juicio de la ‘Operación Puerto’, los escándalos.

Esto es como es. A la larga todo esto ayuda a este deporte, pero a corto plazo da la sensación de ser una catástrofe porque trae muy mala prensa. Mucha gente que no sabe de ciclismo se forma una mala opinión sobre este deporte. Pero si mi hijo decide ser ciclista, cuando él llegue a ser profesional este deporte estará más limpio.

¿Qué opina de la confesión de Lance Armstrong?

Lo mismo. A la larga creo que es bueno para el ciclismo.

Pero ahora mismo es difícil creer en este deporte.

No hay mucho que se pueda decir en ese sentido. Lo de Armstrong se ha sabido doce años después de que ocurriese. ¿Qué puedo decir yo ante eso? Por mucho que hable, a los que ya no confían les va a dar la sensación de que seguimos en la misma jodida línea. Más que hablar, lo importante es lo que nosotros hacemos ahora. Eso es lo que marca la diferencia. Podemos decir todo lo que queramos, pasarnos horas debatiendo el asunto, pero las acciones hablan más alto que las palabras. Yo solo puedo continuar como ahora.